10 Señales de que tiene un complejo de Dios
¿Has conocido o salido con alguien que te hacía sentir que estaba por encima de ti?
¿Alguien que se consideraba perfecto e impecable? Alguien que necesita tu admiración y la de los demás?
Si la respuesta es afirmativa, es posible que hayas tratado con alguien que sufría un defecto de personalidad que se conoce como complejo de Dios.
El complejo de Dios es una imagen delirante de sí mismo basada en un narcisismo incontrolado, una arrogancia exagerada y una necesidad de tener el control, humillar y, a veces, burlarse de otras personas de forma que se sientan inferiores o indignas.
A pesar de todas las similitudes con un Trastorno Narcisista de la Personalidad, este complejo es un defecto de la personalidad y no está clasificado como un trastorno.
En cualquier caso, hay una delgada línea entre ambos y no se puede decir cuál de los dos es peor.
Las personas que tengan la desgracia de cruzarse con alguien que sea narcisista o que tenga complejo de Dios tendrán su vida marcada por el espantoso encuentro.
Si reconoces estas señales en tu pareja, seguramente tiene complejo de Dios:
Tiene la costumbre de interrumpirte mientras hablas
No importa si algo que le estás contando es de gran importancia o se trata de alguna aleatoria insignificante, él ni siquiera parpadeará antes de interrumpirte.
Desplazará toda la conversación hacia él mismo. Y de esta manera, enviará un claro mensaje de que sólo se preocupa por sí mismo y no tiene ningún interés por tu vida o pensamientos.
Su nivel de arrogancia es altísimo
Es el epítome de la perfección, si se le pregunta, por lo que trata a todos los demás como inferiores. Actúa como si su importancia fuera mayor que la de los demás.
Lo saben todo sobre cualquier cosa. Actúan como si lo supieran todo y desafiarán tu lógica.
Se trata de cómo le hace ver
Todo lo hace para mantener una imagen perfecta de sí mismo. Cuando lo conociste, probablemente pensaste que era demasiado bueno para ser verdad. Era bien hablado, ambicioso y estaba a tu servicio.
Puede que al principio te cautive, que te envíe párrafos bonitos, que mantenga el contacto regularmente, que haga planes para que salgas, que básicamente te bombardee con amor y que se meta en el personaje de un novio perfecto.
Pero con el paso del tiempo, verás que no es nada de eso. Quiere ser alguien a quien todo el mundo admira pero en realidad, está muy lejos de ser alguien que debería ser.
Una persona con complejo de Dios puede ser genial para la sociedad en general pero extremadamente mala en el amor o en cualquier otra relación personal cercana.
Te convence de que es insustituible
Lo hace tan hábilmente porque realmente cree que lo es. Hará todo lo posible para hacerte creer que no hay nadie como él en este mundo.
Te convencerá de que es lo mejor que tendrás y que tu vida perderá sentido si él no está en ella.
Eso obviamente no es cierto, pero sabe que alguien que siente fuertemente por él será fácilmente manipulado para que piense precisamente eso.
Es demasiado dominante
Si tiene complejo de Dios, querrá tener su opinión en casi todo lo que hagas.
Incluso llegará a tomar decisiones en tu lugar.
No le importa realmente cómo te hará sentir, sólo le preocupa su beneficio en todo ello.
Recurrirá a juegos mentales y no se detendrá ante nada para conseguir lo que quiere de ti.
Te dirá que no le aprecias
Un hombre que tiene complejo de Dios realmente creerá que debes tener suerte de que esté en tu vida.
Te dirá que da demasiado y que eres desagradecida e indigna de él.
No te creas todo lo que sale de su boca. Que él lo crea no significa que sea cierto.
Su agenda es bajar tu autoestima, hacerte sentir menos para poder influenciarte con más facilidad.
Se cree con derecho
Cree que todo el mundo, incluida tú, debe estar a su servicio. No importa lo mucho que te esfuerces o lo que hagas por él, lo dará todo por sentado.
No sabe valorar a alguien porque piensa que las personas están para complacerle y hacerle feliz.
Y no, no le importa que seas feliz o que tus necesidades estén cubiertas cuando se trata de su comportamiento e inversión hacia ti.
No soporta las críticas
Si le preguntas, es incapaz de cometer ningún error, así que para qué va a pedir disculpas.
No puede admitir ni ante sí mismo ni ante nadie que ha hecho algo mal.
Por eso se ha convertido en un experto en echarte toda la culpa a ti (o a cualquier otra persona en su caso) interpretando su papel de víctima.
Es un juez implacable
Sientes que mira cada uno de tus movimientos con desaprobación. Si has hecho algo bien, él lo haría mejor.
Si has hecho algo que no debías, te lo seguirá restregando hasta que te vuelvas loca.
No tiene piedad ni consideración cuando se trata de ti o de cualquier otra persona que no sea él y no dudará en juzgar a otras personas, sin importar de qué se trate.
Es adicto al poder
A estas alturas ya te habrás dado cuenta de que le gusta tener poder sobre alguien con quien tiene una relación sentimental.
Pero su apetito es mucho mayor. Quiere tener poder sobre todo lo que hace en la vida.
Por eso es alguien extremadamente ambicioso o exitoso o se esfuerza por ser precisamente eso.
Sin embargo, no es seguro de sí mismo, sólo actúa así. Su comportamiento es un sustituto de su baja autoestima.
Ahora que conoces los signos de un hombre que tiene complejo de Dios, será más fácil detectarlos y mantenerte lo más lejos posible de ellos.
Ten en cuenta que un hombre con complejo de Dios puede ser encantador y tan dadivoso al principio, hasta que te atrae a su red de manipulaciones y dominación.
Un complejo de Dios, en su esencia, es un narcisismo incontrolable y debes tener cuidado cuando trates con alguien que encaja en ese papel.
Por eso debes averiguar justo cómo apagar a un narcisista porque alguien con complejo de Dios es alguien del que debes huir aún más rápido.
