3 tipos de demandas por responsabilidad de productos

Usted esperaría que los productos que compra en Nueva York sean seguros para usted y su familia. Sin embargo, no siempre es así. Algunas empresas hacen recortes para ahorrar costes.

Otros se apresuran a comercializarlos antes de probarlos adecuadamente. Algunas incluso ponen a la venta productos a sabiendas de que contienen riesgos sin revelarlos a los consumidores. Todas estas decisiones pueden tener consecuencias devastadoras para los consumidores como usted.

En Nueva York, las empresas pueden ser consideradas responsables de sus productos defectuosos y del daño que causan. Hay tres tipos principales de reclamaciones de responsabilidad por productos. Esto es lo que necesita saber.

Defecto de diseño

La forma en que se diseña un producto es fundamental para que funcione cuando se ensambla. Si hay un defecto o error en el diseño, eso tendrá repercusiones a lo largo de la vida del producto.

Incluso si ese producto se fabrica con extremo cuidado, será intrínsecamente peligroso. Esto se denomina defecto de diseño.

Por ejemplo, digamos que una empresa fabrica un juguete diseñado para bebés. Si la empresa utilizara piezas pequeñas que pudieran hacer que un niño se atragantara fácilmente, eso sería un defecto de diseño.

De forma similar, si una empresa utilizara un carcinógeno conocido en su pesticida, a pesar de que hubiera alternativas disponibles, eso podría ser un defecto de diseño.

• Un juguete destinado a los bebés está diseñado con piezas pequeñas que podrían hacer que un niño pequeño se atragantara fácilmente.
• El ingrediente principal de un pesticida es cancerígeno.

¿Cómo se demuestra un defecto de diseño? Tendrá que demostrar:

• El producto, cuando se utiliza para su fin previsto, es peligroso;
• Existe un diseño alternativo y más seguro;
• No le costaría demasiado a la empresa implementar un diseño más seguro;
• El producto habría funcionado de forma similar con el diseño más seguro;
• Usted se lesionó debido al defecto en el diseño del producto.

Los productos con un defecto de diseño siempre serán peligrosos porque el peligro es inherente al producto.

Defecto de fabricación

Si el diseño de un producto es seguro, se deduce que el producto en sí debería ser seguro. Sin embargo, las cosas pueden torcerse cuando hay un error o una equivocación en el proceso de fabricación.

Existe un defecto de fabricación cuando un producto no está diseñado de acuerdo con su plano debido a la forma en que fue ensamblado.

Un defecto de fabricación puede afectar a un artículo de una línea de productos o a todo un lote de artículos. Puede ser el resultado de un error humano o de un mal funcionamiento en un proceso de fabricación existente.

Al final del día, no importa realmente por qué ocurrió el defecto de fabricación. Las empresas pueden ser consideradas estrictamente responsables a pesar de ello.

Por ejemplo, digamos que una empresa vende muebles. Durante el proceso de fabricación, un trabajador utiliza un tornillo de tamaño incorrecto para fijar las patas a una mesa. El producto es defectuoso no por su diseño, que requería el tornillo de tamaño correcto, sino por la forma en que fue montado.

¿Cómo se demuestra que existe un defecto de fabricación? Tendrá que establecer que:

• El producto es peligroso cuando se utiliza como está previsto;
• El producto habría sido seguro si se hubiera ensamblado o fabricado de acuerdo con sus especificaciones; y
• Usted resultó lesionado debido al defecto de fabricación del producto.

La conclusión es que un defecto de fabricación significa que un producto es peligroso debido a la forma en que se armó.

Defecto de comercialización

Una empresa debe revelar los riesgos y peligros potenciales que un consumidor probablemente no descubriría por su cuenta a través del uso ordinario de un producto. Si una empresa no le advierte sobre un riesgo conocido o potencial, eso puede ser el motivo de una demanda por responsabilidad civil de producto.

Por eso los productos suelen venir con tantas pegatinas, etiquetas y advertencias de seguridad de colores brillantes. Las empresas tienen que ir un paso por delante y asegurarse de que usted es plenamente consciente de los riesgos asociados al uso de un producto.

Por ejemplo, imagine que una empresa vende dispositivos médicos que están diseñados para atrapar coágulos de sangre antes de que puedan llegar al corazón. La empresa sabe que existe la posibilidad de que estos dispositivos fallen y se fracturen dentro del cuerpo, pero no se molesta en transmitir esa información a los pacientes.

Si su dispositivo falla y usted se lesiona, la empresa podría ser responsable de sus lesiones debido al defecto de comercialización.

¿Cómo se demuestra que existe un defecto de comercialización? Tendrá que demostrar:

• La empresa sabía o debería haber sabido que el producto conllevaba riesgos potenciales;
• Esos riesgos supondrían un peligro sustancial para los consumidores si el producto se utilizara de la forma prevista;
• Los consumidores probablemente no descubrirían este tipo de peligro por sí mismos;
• La empresa no proporcionó las advertencias adecuadas;
• Usted se lesionó porque no fue advertido.

Es importante tener en cuenta que, para los tres tipos de reclamaciones de responsabilidad por productos, no tiene que probar la negligencia. Según la ley del estado de Nueva York, las empresas pueden ser estrictamente responsables de los productos defectuosos.

Sólo tendrá la carga de probar que existía un defecto, no que la empresa no tuvo cuidado al diseñarlo, fabricarlo o venderlo.