7 peligros de la obesidad infantil
La obesidad infantil se ha disparado a la cabeza de los problemas de salud a los que se enfrentan los niños de hoy. Los niños cuyo peso está por encima del percentil 95 de lo que es normal para su altura y tipo de cuerpo son obesos. Sorprendentemente, uno de cada tres niños y adolescentes tiene sobrepeso o es obeso. El número de niños obesos es tres veces mayor que hace 30 años.
Hay muchos problemas de salud que conlleva la obesidad. Estos problemas afectan a los niños mientras son jóvenes. Muchos también les afectan cuando se convierten en adultos. De hecho, un niño de 10 a 13 años que es obeso tiene muchas posibilidades de serlo de adulto. ¿A qué peligros se enfrentan? Tenga en cuenta estos siete:
Colesterol alto
La obesidad, los antecedentes familiares y la dieta pueden provocar el colesterol alto en los niños. Un exceso de colesterol hace que se acumule una sustancia llamada placa en el interior de los vasos sanguíneos. Se endurece, los vasos se estrechan y la sangre no puede fluir como debería. Esto puede aumentar el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular cuando el niño obeso se hace mayor. Una dieta sana y el ejercicio son las mejores maneras de tratar este problema en los niños. Los padres deben hacer cambios en la dieta de cualquier niño que sea obeso, a partir de los 2 años.
Presión arterial alta
Los antecedentes familiares y la obesidad pueden poner a los niños en riesgo de sufrir presión arterial alta. Cómo se trata esto en un niño? Asegúrese de que su hijo lleva una dieta saludable para el corazón y fomente la actividad física. Ambas medidas ayudarán a perder peso, lo que debería ayudar a aliviar los problemas de presión arterial. Esta es la mejor manera de que los niños luchen tanto contra la obesidad como contra la hipertensión. Es importante empezar de joven con estos cambios de estilo de vida. Los niños con presión arterial alta pueden desarrollar un engrosamiento de las arterias a los 30 años.
Diabetes tipo 2
Típicamente una enfermedad de adultos mayores, la diabetes tipo 2 es ahora una de las enfermedades más comunes en los niños. En los últimos 20 años, la obesidad ha provocado un enorme aumento de la diabetes de tipo 2 en niños pequeños y adolescentes. La conexión es que la obesidad provoca resistencia a la insulina. Esto significa que el cuerpo del niño no puede utilizar adecuadamente la insulina que produce. Esto provoca la diabetes. Es peligroso tener diabetes a una edad temprana. Puede conducir a enfermedades del corazón, derrames cerebrales, ceguera, y más en la edad adulta temprana.
Apnea del sueño
Hasta el 60% de los niños obesos tienen apnea del sueño, una peligrosa condición respiratoria. Provoca fuertes ronquidos interrumpidos por breves periodos sin respirar. Este patrón se repite una y otra vez mientras el niño intenta dormir. La apnea del sueño hace que los niveles de oxígeno en la sangre disminuyan. Esta afección puede aumentar el riesgo de que el niño padezca enfermedades cardíacas y presión arterial alta. También provoca un sueño deficiente y somnolencia diurna. Es importante diagnosticar y tratar este problema a tiempo para prevenir estas complicaciones.
Salud ósea
Los huesos crecen normalmente durante la infancia, pero la obesidad puede interponerse en ese crecimiento. El exceso de peso ejerce demasiada presión sobre los extremos de los huesos largos. Los problemas que pueden derivarse son piernas arqueadas, pies planos y huesos rotos. También puede provocar un tipo de torpeza llamado trastorno del desarrollo de la coordinación. Perder peso y ser más activo puede prevenir muchos de estos problemas.
Salud mental
También puede conducir a la depresión. De hecho, muchos estudios han encontrado una relación entre la depresión y la obesidad, tanto en adultos como en niños. Los niños obesos son más propensos que otros niños a estar deprimidos. Y los niños deprimidos tienen más probabilidades de ser obesos. Nadie está seguro de qué es lo primero. Pero los expertos también dicen que no importa realmente. Lo que sí importa para los niños obesos es que su bienestar mental está en riesgo.
Cáncer
La conclusión
Si su hijo es obeso, hable con un médico. Hay formas de reducir muchos de los riesgos de la obesidad infantil. La dieta y el ejercicio son puntos de partida. Y, para obtener los mejores resultados, conviértalo en un estilo de vida familiar.