Aprende la antigua historia de los mosaicos y cómo hacer tu propia y colorida creación
Mosaico veneciano abstracto (Foto: A_Lesik via )
Desde la antigüedad, los mosaicos han hipnotizado con sus deslumbrantes colores y su estética distintiva. A menudo hechos de azulejos de vidrio de colores meticulosamente dispuestos, los mosaicos ofrecen un enfoque llamativo del arte y la decoración.
Debido a sus diseños ornamentados y a sus métodos aparentemente misteriosos, se puede pensar que la práctica de hacer mosaicos es mejor dejarla a los profesionales. Sin embargo, con sólo un puñado de materiales y un par de herramientas, usted puede hacer su propia obra de arte en vidrio.
Antes de probar su mano en esta artesanía atemporal, es útil saber un poco acerca de su fondo único y la historia milenaria.
¿Qué son los mosaicos?
Los mosaicos son conjuntos compuestos de teselas (pequeñas piezas de vidrio, piedra u otros materiales basados en la naturaleza). Cuando son de vidrio, estas piezas se cortan en cuadrados o se les da forma con herramientas especiales.
Los mosaicos (Foto: phaustov via )
Los azulejos o fragmentos se disponen en patrones, imágenes y otros diseños decorativos que se mantienen unidos por un adhesivo y lechada.
La historia de los mosaicos
Los mosaicos han sido una forma de arte popular en varias culturas del mundo. Los primeros mosaicos conocidos se encontraron en un templo mesopotámico que data del tercer milenio a.C. Estas piezas decorativas y abstractas, hechas de marfil, conchas marinas y piedras, sentaron las bases de los mosaicos realizados miles de años después en la antigua Grecia y el Imperio Romano. Sin embargo, a diferencia de los mosaiquistas mesopotámicos, los artistas clásicos optaron por crear imágenes, patrones y motivos en sus mosaicos.
Villa romana de Pisões, Lusitania, Portugal (Foto: Carole Raddato vía Wikimedia Commons CC BY-SA 2.0)
Desde el siglo IV hasta el Renacimiento, los mosaicos aparecieron en las basílicas católicas de toda Italia. Estas etéreas obras de vidrio adornaban los techos y los suelos y solían representar retratos trascendentales de santos y otras figuras bíblicas.
Santa Maria Maggiore, Roma (1295)
Mezquita de Jame Atiq, Shiraz, Irán (875)
San Vitale, Rávena (Foto: Petar Milošević a través de Wikimedia Commons CC BY-SA 4.0)
Fuente del Lagarto en el Parque Güell de Barcelona, España. (Foto: MarinaDa vía )