Ave María
Ave María, Ave María en latín, también llamada Salutación Angélica, oración principal de la Iglesia Católica Romana, que consta de tres partes, dirigida a la Virgen María. La oración se recita en el Rosario de la Santísima Virgen (ver rosario) y a menudo se asigna como penitencia durante el sacramento de la reconciliación (confesión). El siguiente es el texto en latín:
Ave María, gratia plena,
Dominus tecum.
Benedicta tu in mulieribus,
et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei,
ora pro nobis peccatoribus, nunc,
et in hora mortis nostrae. Amén.
La traducción al castellano es la siguiente:
Salve María, llena de gracia,
El Señor está contigo.
Bendita eres entre las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
reza por nosotros, pecadores, ahora,
y en la hora de nuestra muerte. Amén.
La primera parte, las palabras del arcángel Gabriel (Lucas 1:28), aparece en las liturgias ya en el siglo VI. La segunda parte, las palabras de Isabel, la madre de San Juan Bautista (Lucas 1:42), se añadió a la primera parte hacia el año 1000 d.C., y el apositivo Jesús se añadió unos dos siglos más tarde, posiblemente por el Papa Urbano IV (reinó 1261-64). La petición final se generalizó durante los siglos XIV o XV y recibió su formulación oficial en el breviario reformado del Papa Pío V en 1568.
De las muchas configuraciones musicales de la oración, el Ave María de Franz Schubert es quizás la más conocida.