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Cómo aumentar tu energía sin cafeína

(Sin especificar)

Muchos de nosotros vamos justos de tiempo, estresados y con cafeína. ¿A quién no le vendría bien un poco más de energía estos días?

Siga estos cinco sencillos consejos para aumentar sus niveles de energía sin añadir cafeína a su dieta.

1. Vuelve a priorizar. Amontonar demasiadas cosas en tu plato sólo crea sentimientos de agobio y agotamiento. Ya sea en el trabajo, la escuela o la familia, date un respiro y date cuenta de que no puedes hacer todo para todos.

Cuando te sientes estresado tu cuerpo produce unas hormonas llamadas adrenalina y cortisol para preparar tu cuerpo para una respuesta de «lucha o huida». Esto era esencial cuando éramos cavernícolas y estábamos en peligro real, pero nuestros cuerpos no están destinados a estar preparados para una emergencia en todo momento.

Prioriza tus cosas no negociables y no te preocupes por dejar pasar las cosas menos importantes. Encuentre un tiempo en su día para desconectar y relajarse, ya sea con un baño de burbujas, respiración profunda, mediación o simplemente escuchando música. Cualquier cosa que te resulte relajante te ayudará a reducir la tensión y a aumentar los niveles de energía.

2. Haz ejercicio. Puede parecer contraintuitivo, pero añadir ejercicio a tu vida aumentará tu energía. El ejercicio hace que su cuerpo libere epinefrina y norepinefrina, que a menudo se llaman las hormonas del «bienestar». Mover el cuerpo también ayuda a aumentar la energía al hacer circular el oxígeno. No es necesario pasar horas en un gimnasio para obtener sus beneficios. Prueba a dar unas cuantas vueltas a la manzana o incluso a hacer algunos ejercicios con el peso del cuerpo, como saltos, flexiones, sentadillas y sentadillas al aire. Cualquier cosa que mueva tu cuerpo será beneficiosa.

3. Come proteínas cada mañana. Todos hemos oído que el desayuno es la comida más importante del día. Tomar decisiones inteligentes a primera hora de la mañana te llevará a tomar decisiones más inteligentes a lo largo del día. Ese donut o ese cereal azucarado puede saber bien y ponerte en movimiento, pero los carbohidratos refinados causan un pico de energía temporal, y siempre va seguido de un bajón cuando tus niveles de azúcar en sangre empiezan a caer.

Añadir proteínas y algunas grasas saludables mantendrá tu azúcar en sangre estable y proporcionará energía continua sin el bajón. Algunas fuentes de proteínas a tener en cuenta son las aves de corral, el pescado, la carne, los huevos, el yogur, el queso y los frutos secos.

4. Abandone la cafeína. La cafeína puede sobreestimular su sistema nervioso central y sobrecargar su sistema glandular, lo que es una receta para el estrago a largo plazo. La cafeína es sólo una solución temporal y si es lo único que te alimenta, seguro que necesitarás varias dosis a lo largo del día. En lugar de dejarla de golpe, intenta cambiar una taza por un descafeinado o un té. El té verde es una gran opción, ya que contiene catacinas, un estimulante natural que puede aumentar la energía y ayudar a combatir la fatiga. Cambia las tazas de café de la tarde por una alternativa descafeinada y sin azúcar para evitar quedarte despierto hasta muy tarde y repetir el ciclo de estar cansado al día siguiente.

5. Coma sus verduras. Las verduras de hoja verde (así como las algas espirulina y clorela) son una gran fuente de energía por su contenido en clorofila. La clorofila actúa como desintoxicante de la sangre, lo que puede aumentar la circulación hacia tus órganos y crear un aumento de energía. La clorofila también aporta magnesio, que es un nutriente esencial para ayudar a aumentar la energía. Comer verduras frescas de hoja verde y algas es tu mejor opción, pero si crees que no estás tomando lo suficiente, intenta añadir algunas verduras a un batido o bebe un vaso de zumo de verduras. Una gran combinación de zumos para aumentar la energía es la col rizada, la manzana verde, la zanahoria y el perejil.

Si todavía te encuentras con una sensación de pereza y con ganas de dormir una siesta, puede que sea el momento de visitar a tu médico. Puede que tengas alergias alimentarias, niveles bajos de hierro o una tiroides poco activa. Si cambiar su dieta y añadir ejercicio no supone una diferencia, su apuesta más segura es descartar cualquier condición médica con su médico.

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