Cómo conducir con palanca de cambios
Al principio, conducir con palanca de cambios puede ser intimidante. Pero pronto aprenderás el secreto
Conducción con palanca de cambios en 7 sencillos pasos
Así que estás aprendiendo a conducir y has elegido un vehículo de transmisión manual o «stick shift». No hay que preocuparse. Tu curso de educación vial cubrirá el 99% de lo que necesitas saber, y este artículo debería encargarse del resto.
1: Identifica los pedales
En una transmisión manual hay tres pedales. De izquierda a derecha, son: Embrague, Freno y Gas. El embrague es el único pedal que se pisa con el pie izquierdo. Los otros pedales -freno y gas- funcionan igual que en una transmisión automática.
Asumiendo que ya sabes lo que hacen los pedales de gas y freno, vamos a centrarnos en el embrague. Pisarlo hasta el fondo te permite mover la palanca de cambios y cambiar de marcha.
2: Conoce dónde están tus marchas
Hay un viejo dicho que dice: «Cada coche es diferente, pero la mayoría de los coches son iguales». Esto es cierto cuando se habla del cambio de marchas. Generalmente, la primera marcha está arriba a la izquierda, y la segunda marcha abajo a la izquierda. A partir de ahí, la marcha va en zigzag, dependiendo del número de marchas que tenga: la central superior es la tercera, la central inferior es la cuarta, la superior derecha es la quinta, y la marcha atrás suele estar a la derecha, y hacia abajo. El punto muerto está siempre en el centro. Tómate un tiempo para saber exactamente dónde está todo en el coche que vas a conducir. Eso hará las cosas mucho más fáciles.
Antes de empezar
Siempre que el coche esté parado, debes estar en primera, y el freno de mano debe estar puesto. Esto evita que el coche salga rodando.
Primeros pasos
Ya estás listo para arrancar el coche. Aquí tienes los pasos a seguir, y lo que es más importante, el orden en el que debes hacerlos:
- Pulsar el embrague (pie izquierdo, recuerda)
- Pulsar el freno (pie derecho)
- Girar la llave en el contacto
- Soltar el freno de mano
Cambiar a primera
Si ya has intentado conducir un coche de marchas, probablemente sea aquí donde más problemas hayas tenido. Lo que tienes que hacer es quitar el pie (derecho) del freno, y presionar suavemente el acelerador (pedal del gas), mientras quitas suavemente el pie (izquierdo) del embrague. Una vez que lo hagas con éxito, estarás en primera y estarás conduciendo.
Este es el paso que necesita más práctica. Se trata de la sincronización y de «equilibrar» el embrague. Si pisas el acelerador demasiado rápido, revolucionarás el motor, y si levantas el pie del embrague demasiado rápido, te calarás. Con el tiempo, aprenderás a sentir lo que los motoristas llaman la «zona de fricción», es decir, el punto en el que la primera marcha ha empezado a engranar y el coche empieza a avanzar con la fuerza del motor. El embrague de cada coche tiene un tacto diferente, pero no te agobies. Es como montar en bicicleta: una vez que le coges el tranquillo, lo tienes para siempre.
Cambiar a otras marchas
Una vez que sepas meter la primera marcha, el resto de marchas son fáciles. Para cambiar a otras marchas, sólo tienes que seguir estos pasos:
- Quita el pie del acelerador
- Pisa el embrague
- Cambia a segunda
- Quita el pie del embrague
- Pisa el acelerador
Como ya te estás moviendo en primera, tu coche no se calará cuando sueltes el acelerador.
Parada
Cuando llegue el momento de parar, tienes que asegurarte de que tu coche no se cala. Para asegurarte de ello, levanta el pie del acelerador, pisa el embrague, cambia a punto muerto, suelta el embrague y pisa el freno.
Puede parecer que hay muchas cosas que necesitas saber antes de conducir una transmisión manual, pero una vez que le coges el tranquillo, se convierte en algo natural.