Cómo equilibrar tu mente, cuerpo y alma durante una crisis
La curación y la sensación de plenitud personal sólo se producen cuando la mente, el cuerpo y el espíritu están en equilibrio. Equilibrarlos todos es necesario para una vida feliz y plena. Y en los momentos de crisis -especialmente en los momentos de crisis- es vital que estés atento para proteger ese equilibrio.
Los tres están conectados: la mente, el cuerpo y el espíritu. La debilidad o el desequilibrio en uno de ellos puede afectar negativamente a los demás. Por ejemplo, el estrés emocional severo de la mente puede causar presión arterial alta y otras enfermedades en un cuerpo por lo demás sano. Del mismo modo, una enfermedad o lesión física puede causar depresión en una mente normalmente sana.
La intención de sanación es una elección mental consciente para mejorar tu salud o la de otra persona. Incluye la expectativa de mejorar el bienestar y la esperanza de poder alcanzar el objetivo de salud deseado. También incluye la comprensión del significado personal de su vida y su trabajo, incluso cuando esos dos mundos pueden parecer borrosos durante una cuarentena.
En última instancia, la intención de curación incluye la creencia de que la curación y el bienestar ocurrirán. Si no crees realmente que puedes curarte, o si alguna parte de ti se aferra a la enfermedad o a la afección, podrías interrumpir o limitar tu propia capacidad inherente para curarte a nivel subconsciente. No te subestimes. Al desarrollar la intención de curación, preparas el escenario para que ocurra la curación.
¿Qué puedo hacer para desarrollar la intención de curación?
La concienciación
Aborda la pregunta «¿Cómo me siento?». Te ayuda a aprender lo que tu cuerpo te está diciendo y a conectar lo que piensas con lo que eres.
Puedes tomar conciencia de las señales sutiles de tu cuerpo, como los cambios en el nivel de energía o el estado de ánimo. Lleva estos pensamientos y sentimientos a tu mente consciente. Esto te permite cambiar los comportamientos que no te hacen más saludable. También puedes aprender nuevas habilidades para cambiar tus respuestas automáticas. Los síntomas físicos son mensajes de tu cuerpo, que te dicen cómo está y qué necesita.
Algunas personas recurren a prácticas activas como el footing, el yoga o incluso repitiendo una sola palabra que les haga sentirse «centrados». Otros recurren a la oración, las prácticas y los servicios religiosos. También puedes simplemente tomarte unos momentos para estar en silencio o meditar.
Intención
Una vez que sepas cómo te sientes, es esencial saber qué quieres. Si una crisis de salud u otra situación cambia tu vida de lo que habías planeado, esto puede ser un reto. Pero es importante crear nuevos objetivos y planes. Estos pueden ser diferentes, pero también pueden ser significativos y satisfactorios.
En un nivel espiritual, una vez que te conectes con tu ser interior, puedes dirigir tu intención para llevar esta sensación de paz y curación a ti mismo o a otros en tu vida.
Reflexión
La historia que te cuentas a ti mismo sobre tu vida es poderosa. Puede ayudarte a comprender los temas centrales de tu vida y a encontrarles un sentido. Cuando tu sentido de la vida cambia, puede conducir a sentimientos de angustia. Recuperar el sentido de la vida es importante para sentirte sano en tu cuerpo y en tu mente.
El sentido y el propósito te ayudan a lidiar con emociones como la pérdida y el dolor, la esperanza y la desesperación, y la alegría y la tristeza. Le permiten a usted y a sus seres queridos aceptar la nueva normalidad, encontrar un sentido de los sentimientos así como la posibilidad de controlar su visión de la vida.
Escribir en su diario, escribir historias o poesía, hacer arte, trabajar con alguien que haya estado en la misma situación que usted o hablar con un capellán del hospital podría ayudarle a considerar cuestiones sobre quién es usted.
Intente responder a estas preguntas:
- ¿Quién soy?
- ¿Cuál es mi propósito?
- ¿Cómo encajo en mi familia, en mi comunidad, en mi vida?
- ¿Cuáles son mis creencias espirituales?
- Trabajo de respiración
- Relajación
- Yoga
- Tai Chi
- Imaginación
- Meditación
- Diario
- Arte
- Reducción del estrés
Si tienes una enfermedad o dolor, piensa y escribe sobre el significado de la enfermedad o el dolor en tu vida. La reflexión puede ayudarle a comprender algunos de los temas centrales de su vida y a encontrarles un sentido.
Experimentar la plenitud personal
La plenitud personal es la sensación de bienestar que se produce cuando su cuerpo, mente y espíritu están en armonía y equilibrio. Puedes desarrollar prácticas mente-cuerpo que apoyen el bienestar y la recuperación de la enfermedad.
De hecho, hay técnicas que puedes aprender llamadas prácticas mente-cuerpo que, una vez que las aprendes, puedes hacer en cualquier lugar -que ahora mismo es probablemente en casa-. Estas te animan a aprovechar la conexión entre tus pensamientos y tus respuestas físicas de forma positiva. Las investigaciones han demostrado que estas prácticas pueden ser eficaces para reducir los efectos negativos del estrés.
La clave es intentar y comprometerse a desarrollar una práctica mente-cuerpo.cuerpo. Si no puedes tomar una clase online o asistir a un entrenamiento virtual, aprovecha alguno de los ejemplos de mente-cuerpo de Healthy Journeys, o cualquier cantidad de videos en Youtube, como este.
Al adoptar uno, o más, de estos ejercicios en tu rutina, estarás un paso más cerca del equilibrio y de desarrollar una verdadera intención curativa. Se trata de una elección consciente, por lo que es importante tratar de mantenerse disciplinado, pero simplemente comprendiendo el papel que la intención curativa y la integridad personal pueden desempeñar en tu vida en este momento, puedes empezar a sentir el impacto a medida que todos continuamos trabajando a través de este tiempo desafiante.