Característica Diego Riveras Murales
Diego Rivera, nacido en 1886, fue uno de los líderes del Movimiento Mural Mexicano de los años veinte. Miembro del partido comunista, creó murales políticos populares por todo México que a menudo incluían ataques a la clase dirigente, la iglesia y el capitalismo.
Estudiar en París hizo que Rivera estuviera expuesto a diferentes estilos y movimientos pictóricos. Al principio, su obra estaba muy influenciada por el cubismo, y Rivera conoció al maestro cubista Pablo Picasso en 1914. Pocos años después, su estilo cambió. Inspirado por la obra de Cezanne, comenzó a realizar pinturas postimpresionistas con formas simples y colores vivos. Su obra comenzó a llamar más la atención y algunas fueron expuestas.
Después de pasar un tiempo estudiando en Italia, donde experimentó con los frescos, Rivera regresó a México, donde se involucró con un programa gubernamental de murales en 1921. El nuevo secretario de Educación Pública, José Vasconcelos, era partidario de la educación a través del arte público y encargó la creación de murales en varios edificios gubernamentales.
Poco después Rivera se unió al Sindicato Revolucionario de Obreros Técnicos, Pintores y Escultores y comenzó a pintar sus murales únicamente al fresco. Rivera creía que pintar murales en las paredes de los edificios públicos hacía que el arte fuera accesible para el hombre de a pie. Sus murales se centraban en contar historias que trataban sobre la sociedad mexicana y hacían referencia a la revolución de 1910. Presentaba formas grandes, colores brillantes e imágenes recurrentes de agricultores, trabajadores, figuras populares mexicanas y representaciones de la tierra. Alcanzó el éxito internacional con sus vívidas y bellas composiciones, junto a sus compatriotas David Alfaro Siquieros y José Clemente Orozco.
Miembro del partido comunista mexicano, Rivera comenzó a atacar el capitalismo, la élite establecida y la iglesia en su obra. En 1927, viajó a la Unión Soviética como parte de una delegación de funcionarios del partido comunista mexicano. Se convirtió en una figura cada vez más controvertida, y en México algunos de sus murales fueron ocultados o retirados debido a su naturaleza. Un mural en el Palacio de Bellas Artes que incluía imágenes de Stalin y Mao Tse-tung que fue retirado, y un mural que pintó en el Hotel del Prado fue ocultado por incluir la frase «Dios no existe».
Rivera también pintó murales en Estados Unidos en lugares como la Escuela de Bellas Artes de California, The American Stock Exchange Luncheon Club y el Instituto de las Artes de Detroit. Recibió el encargo de pintar un mural en el Rockefeller Center de Nueva York, titulado «El hombre en la encrucijada». Sin embargo, Nelson Rockefeller consideró que el uso por parte de Rivera de una imagen de Lenin en la obra sería demasiado polémico. Rivera nunca terminó la obra y varios meses después fue destruida.
Decidido a que su obra no fuera censurada, Rivera recreó el mural en México en el Palacio de Bellas Artes. El mural, retitulado «El Hombre Controlador del Universo», sigue expuesto en la actualidad.
Entre 1929 y 1954, Rivera estuvo casado con la famosa artista mexicana Frida Kahlo. Juntos estuvieron muy involucrados en protestas políticas y grupos de trabajadores. León Trotsky llegó a vivir con Rivera y Kahlo, después de que Rivera pidiera al presidente mexicano que diera refugio político a Trotsky.
En la década de 1930, la obra de Rivera fue una influencia directa en los programas de trabajo del New Deal de Franklin Delano Roosevelt. Roosevelt se sintió atraído por los murales de Rivera, como «La industria de Detroit», que mostraba imágenes de la vida americana en las paredes de los edificios públicos. Estas imágenes también inspiraron a muchos artistas que produjeron obras para los programas del New Deal, y muchos de ellos continuaron tratando los temas políticos planteados por Rivera.
Diego Rivera está considerado como el más grande de los muralistas mexicanos, y la forma de arte en la que ayudó a ser pionero ha sido imitada en todo el mundo.