Cocina caribeña
Los platos tradicionales son tan importantes para la cultura regional que, por ejemplo, la versión local del estofado de cabra caribeño ha sido elegida como el plato nacional oficial de Montserrat y es también uno de los platos emblemáticos de San Cristóbal y Nieves. Otro plato popular en el Caribe anglófono es el llamado «cook-up», o pelau. El ackee y el pescado salado es otro plato popular exclusivo de Jamaica. El callaloo es un plato que contiene verduras de hoja como las espinacas y, a veces, quimbombó, entre otras, ampliamente distribuido en el Caribe, con un carácter distintivo mixto africano e indígena.
La variedad de platos de postre en la zona también refleja el origen mixto de las recetas. En algunas zonas puede servirse el pastel negro, un derivado del pudín de Navidad inglés, sobre todo en ocasiones especiales.
Con el tiempo, la comida del Caribe ha evolucionado hasta convertirse en una técnica narrativa a través de la cual se ha acentuado y promovido su cultura. Sin embargo, al estudiar la cultura caribeña a través de una lente literaria se corre el riesgo de generalizar ideas exotistas sobre las prácticas alimentarias del trópico. Algunos teóricos de la alimentación sostienen que esta representación de la comida caribeña en diversas formas de medios de comunicación contribuye a las concepciones inexactas que giran en torno a sus prácticas culinarias, que se basan mucho más en acontecimientos históricos desagradables. Por lo tanto, se puede argumentar que la conexión entre la idea de que el Caribe es el último paraíso y la comida caribeña es exótica se basa en información inexacta.