Complicaciones de las Lentes de Contacto
Millones de personas usan lentes de contacto y son una forma segura y efectiva de corregir la visión para la mayoría de las personas, pero puede haber complicaciones por el uso de lentes de contacto.
Una queja común del uso de lentes de contacto es la sequedad ocular. La sequedad ocular puede estar causada por la falta de película lagrimal, la falta de oxígeno, los depósitos de las lentes o la solución para lentes de contacto.
El tratamiento puede ser tan sencillo como utilizar lágrimas artificiales, pero a veces el problema es la blefaritis, que es una inflamación de los párpados.
El tratamiento para la blefaritis consiste en mantener los párpados limpios, utilizar compresas calientes y limpiar los párpados con una mezcla de agua y champú para bebés. Esta rutina de cuidado de los ojos debe mantenerse continuamente, ya que la blefaritis rara vez desaparece por completo. Su médico puede ayudarle a encontrar el tratamiento adecuado para su sequedad ocular.
La disfunción de las glándulas de Meibomio es otra causa de sequedad ocular. Si sus ojos están enrojecidos y le pican y tiene una sensación de arenilla o de tener algo en el ojo, podría tratarse de una disfunción de las glándulas de meibomio.
Las glándulas de meibomio segregan aceites en la superficie del ojo y estos aceites evitan que sus lágrimas se evaporen demasiado rápido. Hay varias terapias que su oftalmólogo puede probar para restaurar la función de las glándulas de meibomio, como la luz pulsada intensa, el desbridamiento del párpado y las gotas oculares antibacterianas o de ciclosporina.
La acumulación de proteínas en las lentes de contacto puede causar visión borrosa y molestias. El manejo adecuado de las lentes de contacto y el uso de un limpiador enzimático en las mismas puede eliminar los depósitos de proteínas.
Para los usuarios de lentes de contacto que tienen problemas continuos con la acumulación de proteínas, las lentes desechables diarias pueden ser la solución al problema. Cuanto más tiempo se utilicen las lentillas, mayor será el riesgo de acumulación de proteínas y de infección de la córnea, lo que puede dañar el tejido ocular. Las gotas oculares también pueden ayudar. No sólo sirven para rehidratar las lentes de contacto, sino que las gotas fabricadas para ellas pueden eliminar la acumulación de proteínas. Su oftalmólogo puede ayudarle a encontrar la mejor manera de controlar la acumulación excesiva de proteínas.
La neovascularización corneal, que es el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en el tejido de la córnea por falta de oxígeno, es otra complicación de las lentes de contacto. Sus córneas necesitan oxígeno para mantenerse sanas y las lentes de contacto que tienen una baja transmisibilidad de oxígeno privan a la córnea de oxígeno, lo que puede llevar a la creación de capilares sanguíneos adicionales que se forman para satisfacer la demanda de oxígeno de sus córneas.
La neovascularización corneal puede ser de leve a grave. El primer paso para corregir la neovascularización corneal es suspender el uso de lentes de contacto hasta que la neovascularización corneal pueda ser evaluada por un médico y se inicie el tratamiento adecuado.
La queratitis microbiana también puede afectar a los usuarios de lentes de contacto. Se trata de una infección de la córnea que puede ser causada por el uso de lentes de contacto durante la noche, por no desinfectar las lentes adecuadamente, por guardar o enjuagar las lentes de contacto en agua, o por ducharse o utilizar una bañera de hidromasaje mientras se llevan puestas las lentes de contacto.
La queratitis microbiana es una infección que pone en peligro la vista y debe ser tratada rápidamente. Los síntomas son dolor, lagrimeo excesivo, ojos rojos y sensibilidad a la luz. La queratitis microbiana tiene diferentes tratamientos dependiendo de si es bacteriana o vírica. Su oftalmólogo le hará realizar visitas de seguimiento durante el tratamiento para poder controlar de cerca la queratitis y el estado de sus córneas.
Seguir estas recomendaciones reducirá el riesgo de complicaciones con las lentes de contacto:
- Cada vez que se quite las lentes de contacto, frótelas y aclárelas con una solución desinfectante para lentes de contacto, nunca con agua o saliva.
- Nunca guarde sus lentes de contacto en agua.
- Sustituya sus lentes de contacto con la frecuencia que le recomiende su oftalmólogo.
- Frote y enjuague su estuche de lentes de contacto con solución desinfectante para lentes de contacto, nunca con agua, y guárdelo boca abajo con las tapas quitadas.
- Sustituya el estuche de las lentes de contacto cada tres meses.
- Utilice siempre solución desinfectante para lentes de contacto fresca y nunca mezcle la solución fresca con la vieja.
- Utilice únicamente la solución para lentes de contacto recomendada por su oftalmólogo.
- Se recomienda el uso de una solución para lentes de contacto.