Consejos para mejorar la capacidad de atención de los niños
Algunos niños pueden tener dificultades para concentrarse mientras hacen los deberes o durante las actividades de tiempo tranquilo como escribir y colorear. Esto puede ser frustrante para los padres, ya que los niños con poca capacidad de atención tienden a aburrirse e impacientarse con mucha facilidad, lo que hace que les falte motivación e iniciativa propia en las actividades de aprendizaje.
Según los expertos en desarrollo infantil, la duración media de la capacidad de atención de un niño varía de dos a cinco minutos por cada año de su edad. Así, por ejemplo, un niño de cinco años debería ser capaz de concentrarse entre 10 y 25 minutos, dependiendo de la naturaleza de la tarea y de otras variables como la hora del día.
Para ayudarte en tus esfuerzos por mejorar la capacidad de atención de tus hijos, aquí tienes algunas cosas que puedes hacer para motivarles a concentrarse:
Míralos a los ojos cuando hables
Cuando guíes a tus hijos en sus deberes o actividades, da instrucciones con frases cortas y firmes, ponte a su altura y míralos directamente a los ojos mientras hablas. Esto les ayuda a concentrarse en el mensaje que les estás enviando sin necesidad de mirar constantemente hacia arriba. También puedes hacer que tu hijo repita tus instrucciones para asegurarte de que entiende lo que intentas decirle y de que sabe lo que tiene que hacer a continuación. Esto también contribuye en gran medida a que tu hijo mejore su memoria y su capacidad de escucha.
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Establezca rutinas y horarios
A pesar de sus intenciones de mantener las cosas divertidas y flexibles, los niños con poca capacidad de atención tienden a hacer bien con una rutina establecida para ellos. Puede hacerlo asignando períodos de tiempo específicos para que sus hijos trabajen en diferentes tareas (por ejemplo, dibujar, deletrear, escribir, etc.). Mientras realizan estas actividades, tenga especial cuidado en mantenerlos alejados de las distracciones y los ruidos fuertes, como la televisión y los juegos de ordenador.
Tiempos de estudio más cortos y una tarea a la vez
Como los niños con poca capacidad de atención tienden a aburrirse fácilmente, mantén sesiones de estudio cortas -preferiblemente en ráfagas de 20 minutos- y céntrate en una tarea o actividad a la vez. Si se ven abrumados por una serie de tareas, les costará gestionar su capacidad para organizar sus pensamientos, controlar sus emociones, memorizar datos o instrucciones y completar las tareas en cuestión.
Por ejemplo, puede empezar haciendo que su hijo se centre en una actividad de escritura antes de pasar a las matemáticas en la siguiente sesión. Esto ayuda a dividir la lista de tareas de su hijo para que comprenda y retenga mejor la información.
Déjelos moverse
Entre el tiempo de estudio, deje que sus hijos hagan pequeñas pausas para descansar y moverse. Además de ayudarles a recordar lo que han aprendido antes, este breve descanso también les da la oportunidad de eliminar sus frustraciones y decepciones. La combinación de estas acciones ayuda a dirigir su atención por el camino correcto antes de pasar a la siguiente sesión.
Refuerce el comportamiento positivo
Las palabras positivas y el estímulo serán de gran ayuda para motivar a sus hijos a mejorar su capacidad de atención. Por eso, toma nota de sus esfuerzos por mantenerse concentrados, reconoce sus acciones y recompénsalos en consecuencia. Por ejemplo, puedes destacar cómo han sido capaces de permanecer sentados durante una clase y tomar nota de lo que el profesor les ha dicho sobre los deberes. A partir de aquí, puedes adaptar una recompensa que le alegre el día, como un simple abrazo o un delicioso helado.
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¿La escasa capacidad de atención de tu hijo es motivo de preocupación por el TDAH?
Aunque una variación en la capacidad de atención es normal en los niños más pequeños, es importante trabajar con los profesores y los médicos de tu hijo si parece estar luchando excesivamente durante el tiempo de clase en casa y en la escuela. Esto podría indicar el inicio de un problema de aprendizaje como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), que debería ser evaluado por un especialista.
Los siguientes son algunos «síntomas de alerta» a los que hay que prestar atención:
- Dificultad para prestar atención y/o concentrarse en las tareas propias de su edad – parecen distraerse fácilmente con cosas no relacionadas
- Dificultad para completar las tareas escolares o los quehaceres (Puede ser causado por su incapacidad para escuchar bien las instrucciones, y la tendencia a cometer errores por descuido, perder la concentración a mitad de camino u olvidar lo que se suponía que tenían que hacer)
- No parecen estar quietos y tienen una energía desbordante (Por ejemplo, corren cuando no se supone que lo hagan, y se mueven y retuercen mucho mientras están sentados. Aunque son habituales en la primera infancia, deberían disminuir a medida que el niño crece)
- Tendencia a interrumpir a los demás mientras hablan
Los especialistas en desarrollo infantil y los terapeutas ocupacionales pueden ayudar a adaptar los planes y objetivos de aprendizaje para ayudar a su hijo a mejorar su concentración y detectar el inicio de mayores dificultades de aprendizaje. Con estímulo y sesiones de terapia, los padres pueden ayudar a sus hijos a abrirse camino a través de estos desafíos y ser empoderados con una mentalidad positiva para sobresalir en la escuela.