Cómo mantener las uñas sanas

Lavarse el pelo y el cuerpo y cepillarse los dientes forman parte de la mayoría de las rutinas diarias. Pero puede que haya algo que falte en tu régimen de cuidado diario: las uñas de las manos y los pies. Las uñas de las manos y los pies, también conocidas como placas ungueales, están compuestas de queratina. Es importante que cuides tus uñas igual que lo harías con tu piel y tu pelo.
Reducir los moratones, el amarilleamiento y las uñas partidas puede ser tan sencillo como implementar unos cuantos pasos más en tu rutina diaria.
Consejos para mantener tus uñas sanas

Sigue una dieta sana y equilibrada. Evita las dietas de choque y de moda. Se ha comprobado que los suplementos de biotina extra son beneficiosos para la fuerza y el crecimiento del cabello y las uñas.
La hidratación es clave. Asegúrese de beber ocho vasos de agua al día para su salud general. Añadir humedad extra a sus uñas, especialmente a las cutículas, ayudará a que sus uñas se mantengan hidratadas. Productos sencillos como Aquaphor y Vaniply son excelentes humectantes para las cutículas. Cuando las uñas se secan y se vuelven quebradizas, son más propensas a agrietarse y partirse. Mantener las uñas hidratadas es la clave para mantener la fuerza de las uñas.
Evite los traumatismos en manos y pies, uñas y cutículas. Utilice guantes cuando trabaje con las manos, como por ejemplo, cuando trabaje en el jardín o lave los platos.
Deja las cutículas tranquilas. No las recortes, limes, cortes o empujes hacia atrás porque ese traumatismo en las cutículas puede afectar al crecimiento de las uñas. Cuando utilices una lima de uñas, lima en una dirección en lugar de hacia adelante y hacia atrás. Si vas a un salón de belleza para hacerte la manicura, pide que dejen las cutículas en paz. Llevar un calzado que se ajuste bien, sin presionar los dedos, ayudará a que las uñas de los pies se mantengan sanas.
Evite limpiar debajo de las uñas, sobre todo con herramientas afiladas. Colocar objetos debajo de la uña para eliminar la suciedad acaba levantando la placa de la uña del lecho ungueal y exponiendo este espacio subungueal al aire. Una vez que esta zona queda expuesta, las bacterias y los hongos pueden instalarse y provocar continuas infecciones en las uñas.
Además de la hidratación, evita la exposición a productos químicos fuertes, como los productos de limpieza con lejía. El desinfectante de manos es una forma rápida de limpiarse las manos, pero reseca las uñas con su uso diario repetido. Incluso los esmaltes de gel, las uñas acrílicas y los quitaesmaltes con acetona pueden debilitar tus uñas y hacerlas más propensas a romperse.
Mantenga sus uñas recortadas. Cuando las uñas se mantienen a una longitud manejable, es menos probable que se rompan.
Susan Massick es dermatóloga en el Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio.