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Cómo se estableció la frontera entre Estados Unidos y México

Mapa de la frontera entre Estados Unidos y México.

Encyclopædia Britannica, Inc.

A pesar de la aceptación por parte de muchos estadounidenses en la década de 1840 del concepto del Destino Manifiesto -que era el derecho providencial de Estados Unidos a expandirse hasta el Océano Pacífico- la futura frontera entre Estados Unidos y México era todo menos una conclusión inevitable. Gran Bretaña, con la que Estados Unidos compartía la posesión del país de Oregón, formaba parte de la ecuación. Algunos estadounidenses influyentes estaban convencidos de que los británicos estaban decididos a bloquear la expansión de Estados Unidos hacia el Pacífico si conseguían que México controlara California. Sin embargo, en 1846, las ambiciones británicas en la región quedaron más claras cuando Estados Unidos y Gran Bretaña acordaron el paralelo 49 (la actual frontera entre Estados Unidos y Canadá) como límite permanente entre sus tierras en el noroeste del Pacífico. Aun así, el presidente estadounidense James K. Polk seguía decidido a ampliar los límites territoriales del país.

En 1845, el Congreso estadounidense votó a favor de la anexión de la República de Texas, que había conseguido su independencia de facto en 1836 de México en la Revolución de Texas, aunque México se negaba a reconocer formalmente su soberanía. Entre la independencia y la anexión, Texas trató de ampliar su territorio en el oeste, y México trató de reintegrar a Texas, lo que dio lugar a reivindicaciones territoriales contrapuestas y a una frontera mal definida entre ambos. Como se negó a reconocer a Texas, México siguió considerando oficialmente que los límites establecidos por el Tratado Transcontinental (Adams-Onís) de 1819 entre España y Estados Unidos constituían la frontera entre ambos países, aunque el quid de la disputa fronteriza a mediados de la década de 1840 era que México consideraba que la frontera estaba en el río Nueces, mientras que Estados Unidos la consideraba más al sur, en el río Grande. Cuando Estados Unidos se anexionó Texas, México rompió las relaciones diplomáticas formales con Estados Unidos. Los esfuerzos diplomáticos fallidos de Estados Unidos para establecer un acuerdo sobre la frontera entre Texas y México y para comprar los territorios mexicanos de California y Nuevo México prepararon el terreno para la Guerra México-Estados Unidos.

Con las tierras procedentes de la anexión de Texas (unas 390.000 millas cuadradas ), la división del País de Oregón (unas 290.000 millas cuadradas ), y la cesión de tierras mexicanas concedida en virtud del Tratado de Guadalupe Hidalgo (más de 525.000 millas cuadradas ) que puso fin a la Guerra México-Estados Unidos ganó aproximadamente un tercio de su territorio actual. La frontera con México se finalizaría con la Compra de Gadsden de 1853, en virtud de la cual 30.000 millas cuadradas (78.000 km cuadrados) adicionales de territorio mexicano del norte (ahora el sur de Arizona y el sur de Nuevo México) fueron compradas por los EE.UU. por 10 millones de dólares.

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