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Cómo superar el divorcio estando embarazada

El divorcio es un evento que cambia la vida. Es un momento difícil y emocional para ambas partes, ya que buscan poner fin a su relación y volver a encarrilar sus vidas. Presentar una demanda de divorcio, negociar un acuerdo de conciliación y conseguir que un juez lo apruebe suele ser una experiencia estresante y frustrante. Si las disputas sobre el dinero, la custodia de los hijos o la manutención del cónyuge no pueden resolverse en privado, la pareja puede tener que pedir la intervención de los tribunales, lo que agrava aún más la situación.

El proceso anterior se hace aún más difícil si la pareja está esperando un bebé. Cuando uno de los cónyuges está embarazado, el estrés y la tristeza que acompañan a la separación pueden parecer abrumadores. Peor aún, dependiendo del estado de residencia de la pareja, puede haber obstáculos legales para divorciarse.

Este artículo tratará sobre la legalidad de disolver un matrimonio estando embarazada. También ofreceremos algunas sugerencias útiles para afrontar la frustración del divorcio y para sentar las bases de un plan de crianza saludable después.

¿Se divorcia estando embarazada? Las leyes de divorcio, al igual que las leyes de matrimonio, varían de un estado a otro. Algunos estados -por ejemplo, Texas- no finalizan el divorcio hasta que la mujer deja de estar embarazada. Existe una presunción de paternidad por parte del marido, aunque ambas partes profesen lo contrario. Los tribunales sólo concederán el divorcio una vez que haya nacido el niño y se haya establecido la paternidad.

Otros estados no tienen leyes que prohíban la disolución del matrimonio durante el embarazo, pero un juez puede seguir absteniéndose de conceder el divorcio hasta que haya nacido el bebé. El objetivo de hacerlo es, de nuevo, establecer la paternidad. Sólo entonces se puede determinar si la manutención de los hijos está justificada por parte del marido.

Los jueces a veces se niegan a conceder un divorcio en el que la esposa está embarazada para evitar que la pareja vuelva a los tribunales más tarde sobre la manutención y los derechos de custodia de los hijos. Esperar hasta que nazca el bebé permite al tribunal abordar todas las cuestiones relacionadas con el divorcio de una sola vez. Además, ayuda a garantizar que el niño reciba una manutención suficiente hasta que se pueda demostrar la paternidad. Puede llevar varios meses establecer la paternidad. Si el matrimonio se disuelve legalmente antes del nacimiento del niño, éste puede quedarse sin una manutención adecuada durante ese periodo.

Establecer la residencia en otro estado

Si una «pareja embarazada» está motivada para divorciarse, y vive en un estado que prohíbe hacerlo durante el embarazo, los cónyuges tienen una alternativa. Pueden establecer su residencia en un estado que carezca de esas leyes. Por ejemplo, si viven en Texas, donde los tribunales no conceden el divorcio hasta que la mujer deje de estar embarazada, pueden establecer su residencia en el vecino Nuevo México u Oklahoma. Una vez establecida la residencia, la pareja puede presentar la demanda en ese estado.

Muchos estados, incluidos Nuevo México y Oklahoma, exigen que las parejas que se divorcian establezcan la residencia al menos 6 meses antes de presentar la demanda de divorcio. Por esa razón, esta opción es mayormente utilizada por las parejas en las que la esposa se ha quedado embarazada recientemente.

Debido a que las leyes estatales varían y a veces cambian, es aconsejable hablar con un abogado de divorcios sobre la legalidad de divorciarse estando embarazada.

Cómo lidiar con la frustración y la ansiedad del divorcio

Es fácil sentirse abrumada cuando se está embarazada y se busca el divorcio. Las emociones que probablemente salgan a la superficie, desde la tristeza y la vergüenza por terminar su matrimonio hasta la ira y la frustración por sus circunstancias, pueden dificultar su funcionamiento.

Es importante recordar que su hijo no nacido puede ser capaz de sentir sus emociones. Las investigaciones han demostrado que los bebés pueden percibir el estado psicológico de la madre mientras están en el útero. Aunque aún se desconoce el efecto del estrés, la ansiedad y la ira en un niño por nacer, los expertos recomiendan tomar medidas para minimizar dichas emociones mientras se atraviesa el divorcio.

Tomando decisiones sobre la crianza de los hijos como pareja divorciada

En principio, ambos progenitores se implicarán en la crianza del niño tras el divorcio. Trabajarán juntos para asegurar que su hijo reciba el cuidado, el apoyo y la crianza que necesita. En la práctica, idear un plan para que eso ocurra puede parecer absurdo, sobre todo si ambas partes están constantemente enfrentadas.

Aquí conviene recordar que el divorcio no tiene que ver con el niño. Independientemente de la relación con su ex cónyuge, su hijo siempre estará unido a usted, tanto legal como emocionalmente. Por lo tanto, es importante dejar de lado los rencores y las disputas y trabajar junto con su ex para llegar a un plan de crianza razonable.

Si usted y su cónyuge están pensando en poner fin a la relación con un hijo en camino, hable con un abogado sobre sus circunstancias. Un abogado con experiencia en derecho de familia puede explicarle sus opciones y ayudarle a entender sus derechos, ahora y después de que nazca su bebé.

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