Definición de Babilonia
Considerada una de las ciudades más importantes, hermosas y ricas de la Antigüedad, la ciudad de Babilonia se extendió en el sur del actual territorio de Irak y formó parte de las sociedades mesopotámicas que se emplazaron en torno a los ríos Tigris y Éufrates. La ciudad de Babilonia pasó por muchas manos y fue dominada por numerosas sociedades ya que su ubicación era de especial importancia y utilidad debido a la fertilidad de sus tierras, a la cercanía con los ríos y al crecimiento de su centro urbano.
Se puede empezar a hablar de Babilonia como la ciudad que el rey Hammurabi hizo florecer en el siglo XVII antes de Cristo, más específicamente entre los años 1696 y 1654. En este período, y debido a su gran poder e inteligencia, Hammurabi creó el Imperio Babilónico que, lógicamente, tenía a esta ciudad como capital y centro de todas las actividades. En este territorio se incluyeron los reinos de Súmer y Akkad, unos de los más antiguos y poderosos en siglos anteriores. Hammurabi gobernó el Imperio Babilónico de manera muy eficiente, basándose en el establecimiento de serios y organizados códigos de convivencia entre los cuales el Código de Hammurabi es el más famoso hoy en día. Además, llevó a la ciudad a conocer un importante florecimiento económico y cultural.
A la muerte de Hammurabi, y por los siglos siguientes, el imperio se destruiría y la ciudad de Babilonia sería invadida una y otra vez por diferentes grupos que buscaban ejercer el dominio en la rica región de la Mesopotamia. Así, Babilonia permaneció bajo el poder los casitas en el siglo XIII antes de Cristo, antes de pasar a manos de los caldeos, quienes formar el Imperio Neobabilónico con gobernantes de gran importancia tales como Assurbanipal, Nabopolassar y, el más conocido de todos ellos, Nabucodonosor II (en el siglo VI a.C.). Este último sería quien devolvería a Babilonia el esplendor que la ciudad alguna vez había conocido, recordándose entre sus logros los magníficos Jardines Colgantes (considerados una de las 7 maravillas del mundo antiguo) o la imponente Puerta de Ishtar (puerta a la ciudad) construida con hermosas piedras color azul, decorada con leones y animales fantásticos.
La historia de Babilonia seguiría, luego del reinado caldeo, con la invasión persa en el siglo VI antes de Cristo y con la integración de la región al mundo islámico en el siglo VI de nuestra era.