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Deshidratación

Cuidados y tratamiento

¿Cómo se diagnostica la deshidratación?

No olvides que si sientes sed, ya estás deshidratado. Esa es la forma más fácil de saber que necesita más líquidos.

Las pruebas de laboratorio también pueden diagnosticar la deshidratación. Las pruebas incluyen:

  • Baja concentración de sodio en la orina.
  • Osmolalidad sérica del plasma elevada. Esto mide la concentración de algunas partículas en el plasma sanguíneo.
  • Creatinina elevada. Esto evalúa la función renal.
  • Nitrógeno ureico en sangre elevado. Esto también se relaciona con la función renal.
    • ¿Cuáles son los niveles de deshidratación?

      La deshidratación puede clasificarse como:

      • Leve. Sólo hay que ingerir más líquidos por vía oral (por la boca). Beba agua, pero sustituya los líquidos por una bebida que contenga electrolitos si experimenta una importante sudoración o pérdidas de líquidos por vómitos y diarrea. Debería sentirse mejor después de cinco o diez minutos.
      • Moderada. La deshidratación moderada requiere una IV (hidratación intravenosa). La recibirá en un centro de urgencias, en una sala de emergencias o en un hospital.
      • Grave. Acuda a un profesional sanitario si sus síntomas de deshidratación son graves. Llame al 911 o vaya a una sala de emergencias.
        • Si acude a un proveedor de atención médica, éste determinará en qué nivel se encuentra para asignarle un tratamiento.

          ¿Cómo se trata la deshidratación?

          Beba agua. También puedes probar a aumentar tu hidratación con sobres de rehidratación oral, unos polvos que mezclas con el agua.

          ¿Cuánto tiempo tardan en desaparecer los síntomas tras la ingesta de agua?

          Puedes ver que los síntomas de la deshidratación mejoran en tan sólo cinco o diez minutos.

          ¿Cómo puedo prevenir la deshidratación?

          ¿Cuánta agua necesitas exactamente? Eso depende de su peso, edad, nivel de actividad, edad, el clima de su entorno y otros factores. Las personas con diabetes, enfermedades cardíacas, fibrosis quística y otras afecciones pueden tener que ser precavidas. La cantidad de agua que necesitas también puede depender del clima y de la ropa que lleves. Aunque el consejo estándar es de ocho vasos de agua al día (unos 2,2 litros o 2,3 cuartos de galón al día para una mujer adulta y unos 3 litros o 3,2 cuartos de galón al día para un hombre adulto), hable con su proveedor de atención médica para confirmar la cantidad adecuada para usted.

          Mantenga un registro de la cantidad de líquido que bebe. Beba agua durante todo el día, incluso en las comidas. Evite los refrescos, el alcohol y las bebidas con cafeína. Una forma de asegurarse de que está correctamente hidratado es comprobar su orina. Si es clara, pálida o de color pajizo, está bien. Si es más oscura, ¡sigue bebiendo!

          Para evitar la deshidratación, las personas activas -las que practican un deporte o hacen ejercicio- deben beber al menos de 16 a 20 onzas de líquidos una o dos horas antes de una actividad al aire libre. Después, deben consumir entre 6 y 12 onzas de líquido cada 10 ó 15 minutos cuando estén al aire libre. Cuando termine la actividad, debe beber más. ¿Cuánto más? Para reponer lo que has perdido: al menos otras 16 a 24 onzas.

          ¿Qué bebidas hidratan el cuerpo y cuáles deshidratan?

          Algunas bebidas son mejores que otras para prevenir la deshidratación. El agua es todo lo que necesita si planea realizar una actividad de intensidad baja o moderada, como caminar durante sólo una hora o menos. Si tiene previsto hacer ejercicio durante más tiempo o si prevé estar al sol durante más de unas horas, le conviene hidratarse con algún tipo de bebida deportiva. Éstas reponen no sólo el líquido, sino también los electrolitos, como el sodio y el potasio, que se pierden con el sudor. El exceso o la escasez de sodio y potasio en el cuerpo puede causar problemas. Los calambres musculares pueden deberse a una deficiencia de electrolitos.

          Las bebidas alcohólicas y con cafeína, como el café, los tés y las colas, no son recomendables para una hidratación óptima. Estos líquidos tienden a extraer agua del cuerpo y favorecen la deshidratación. Los zumos y las bebidas de frutas pueden tener demasiados hidratos de carbono, muy poco sodio y pueden provocar malestar estomacal.

          Una hidratación adecuada hará que sus actividades de verano sean más seguras y mucho más agradables. Guarda una jarra extra de agua en la nevera y añade limones, limas, pepinos o menta frescos para darle un toque de sabor.

          ¿Cómo consigo que yo y mis seres queridos bebamos más agua?

          • Lleva una botella de agua contigo. Manténgala llena!
          • Elija agua en lugar de bebidas azucaradas, incluso en las comidas.
          • Añada sabor. Una cuña de lima o limón puede hacerla más sabrosa, ¡y más divertida! También puede probar algunas mezclas de bebidas con sabor, ¡pero tenga cuidado con el azúcar!
          • Consuma alimentos con alto contenido de agua. Muchas sopas, frutas y verduras se ajustan a esta descripción.
          • Si no te gusta beber mucha agua de una vez, prueba con dosis más pequeñas repartidas a lo largo del día.
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