EL FILÓSOFO FINANCIERO
«Una consistencia tonta es el duende de las mentes pequeñas, adorado por pequeños estadistas y filósofos y divinos. Con la consistencia un alma grande simplemente no tiene nada que hacer». ~ Ralph Waldo Emerson
Esta cita de Emerson proviene de su ensayo, «Self-Reliance», que en el propio título del ensayo revela la sabiduría dentro de la famosa cita: La consistencia tonta en este contexto es un tipo de estado sin sentido (hábito) que apoya el comportamiento de manada y el pensamiento de grupo; es conformidad, es falta de sentido, es inauténtico, es en última instancia auto-derrota, y es normal. Pero lo normal no es saludable…
La persona autosuficiente no es necesariamente alguien que se resiste a las multitudes o que aborrece la subcontratación de ciertas tareas a otros -una isla en sí misma, si se quiere-, sino una persona que no cae en el comportamiento borreguil.
Aquí hay algunos ejemplos generales de «coherencia tonta» para contextualizar:
- Continuar con un determinado comportamiento porque «así se ha hecho siempre.»
- Seguir el camino pavimentado de la sabiduría convencional por miedo a seguir (y posiblemente fracasar en) su propio camino.
- Elegir una carrera que paga bien con poca o ninguna consideración de cómo la carrera se alinea con sus prioridades personales, pasiones y habilidades.
- No mirar las ideas desde una perspectiva diferente porque no coinciden con tus opiniones preconcebidas (y posiblemente distorsionadas) del mundo.
Como dice el autor Richard Brodie en su reciente libro más vendido, El virus de la mente, «el duende de las mentes pequeñas» es «lo que impide a la gente sacar el máximo provecho de sus vidas.» En otras palabras, el duende es una ausencia de mente: una ausencia de yo, una ausencia de conciencia.
«No la elección, sino el hábito gobierna el rebaño irreflexivo». ~ William Wordsworth
Para derrotar al ‘duende de las mentes pequeñas’ uno debe ser consciente de su tendencia a caer en el hábito perezoso y descerebrado de conformarse con el pensamiento y el comportamiento convencionales. Para la mayoría de las personas es cuestión de deconstruir y desaprender lo aprendido.
Esto se puede hacer reflexionando sobre tus actividades diarias y descubriendo qué ideas, pensamientos y comportamientos no son tuyos — es desprogramar y reprogramar tu mente. ¿Por qué sigo manteniendo esta acción perdedora? ¿Por qué he votado siempre al mismo partido político? ¿Estoy tratando de complacer a los demás y nunca me complazco a mí mismo? Si hubiera nacido en un país diferente o en una familia diferente o en una época diferente, ¿pensaría y sentiría lo mismo sobre las cosas? Hay más de un lado de la verdad – más de una perspectiva?
¿Cómo lo sabes? Ahora ve y descúbrelo…
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