El magnate del ferrocarril Cornelius Vanderbilt
Construyendo un imperio ferroviario
Durante la Guerra Civil, Vanderbilt donó a la Armada de la Unión el barco más grande de su flota, bautizado acertadamente como Vanderbilt. En 1864, se había retirado del transporte marítimo, habiendo amasado casi 30 millones de dólares en riqueza. A la edad de 70 años, Vanderbilt centró su atención en los ferrocarriles, adquiriendo la New York & Harlem and Hudson Line (que corría a lo largo del Canal Erie), y luego fue tras el New York Central Railroad. En un acto despiadado durante un crudo invierno en el que el Canal de Erie estaba congelado, se negó a aceptar los pasajeros o la carga del Central, cortándoles las conexiones con las ciudades del oeste. Obligado a capitular, el Ferrocarril Central vendió a Vanderbilt una participación mayoritaria, y éste acabó por consolidar su control sobre el tráfico ferroviario desde la ciudad de Nueva York hasta Chicago. Este nuevo conglomerado revolucionó las operaciones ferroviarias al estandarizar los procedimientos y los horarios, aumentando la eficiencia y disminuyendo los tiempos de viaje y envío.
Vanderbilt valía más de 100 millones de dólares
Cuando murió en 1877, Vanderbilt valía más de 100 millones de dólares.