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Enfoque de métodos mixtos

Los enfoques de métodos mixtos han ganado popularidad en los últimos años, ya que los investigadores están más dispuestos a reconocer las fortalezas y limitaciones únicas de los métodos cualitativos y cuantitativos.

La complejidad de utilizar métodos mixtos requiere que los investigadores consideren cuidadosamente la planificación de tales estudios. Una consideración importante es el calendario de los componentes cuantitativos y cualitativos. Dependiendo de los objetivos de cada componente, las fases de recogida de datos pueden ser secuenciales o concurrentes. Cuando es secuencial, la primera fase de recogida de datos puede ayudar a informar a la segunda fase, o la segunda fase puede utilizarse para ayudar a interpretar los datos recogidos en la primera fase. La recogida de datos simultánea reduce el tiempo necesario para la recogida de datos y, por tanto, puede ser más eficaz. Otra preocupación es el peso que se da a cada fase. Si bien el peso de cada fase puede ser igual, es más común que se enfatice una fase en función de la lógica principal que guía el estudio de métodos mixtos. Los estudios que utilizan una lógica deductiva tenderán a dar más peso a la parte cuantitativa y a tratar de explicar un fenómeno, mientras que los que emplean una lógica inductiva o exploratoria harán hincapié en la parte cualitativa.

Un enfoque de métodos mixtos muy popular es la estrategia explicativa secuencial. En este enfoque, los datos cuantitativos se recogen y analizan primero y los resultados se utilizan para informar la fase cualitativa posterior. A menudo, la fase cualitativa es útil para ayudar a comprender los resultados inesperados que surgen en la fase cuantitativa inicial. Este enfoque suele ser empleado por investigadores que se sienten más cómodos con la investigación cuantitativa y se da peso principalmente a los resultados cuantitativos, lo que explica que esta estrategia se considere explicativa.

En cambio, la estrategia exploratoria secuencial pone mayor énfasis en una fase cualitativa inicial que se utiliza para obtener información sobre un fenómeno poco estudiado (de ahí su carácter exploratorio). La investigación cualitativa extensiva se emplea para desarrollar nuevos conocimientos e hipótesis comprobables, y la fase cuantitativa secundaria se utiliza para examinar el fenómeno de forma más generalizable. Una aplicación común de esta estrategia es llevar a cabo una investigación cualitativa sobre un fenómeno particular o con una población especial, y luego utilizar esta información para desarrollar un instrumento de encuesta apropiado para recoger datos cuantitativos.

Debido a que el objetivo de las estrategias secuenciales es utilizar una fase de la investigación para informar a la siguiente, las estrategias secuenciales tardan mucho tiempo en llevarse a cabo. Cuando el tiempo es una preocupación, los investigadores suelen emplear la estrategia de triangulación concurrente en la que las fases cualitativas y cuantitativas se llevan a cabo al mismo tiempo. Lo ideal es que se dé la misma importancia a cada fase, y que los resultados de ambas se interpreten simultáneamente para determinar si los datos recogidos mediante cada enfoque coinciden. Al comunicar los resultados de un estudio de este tipo, los investigadores suelen presentar en primer lugar los resultados estadísticos y utilizar las citas de la fase cualitativa para completar la información estadística. Aunque este es el enfoque más común de la investigación con métodos mixtos, puede ser un reto para los investigadores diseñar dos fases de investigación igualmente fuertes, y la integración de los resultados puede ser difícil, especialmente cuando surgen contradicciones en los datos. En estos casos, la recopilación de datos adicionales puede ayudar a aclarar los resultados.

Las descripciones anteriores exponen las fases de los estudios de métodos mixtos a gran escala, pero los métodos mixtos también son utilizados a menudo por los investigadores individuales que realizan sus propias investigaciones. Una vez más, el objetivo es aprovechar los puntos fuertes de cada enfoque para proporcionar una comprensión más completa de lo que sería posible utilizando sólo un enfoque. Un diseño de estudio común consiste en integrar los resultados del análisis de un conjunto de datos a gran escala con los resultados de entrevistas en profundidad o grupos de discusión. Un estudio de métodos mixtos que realmente incorpore los puntos fuertes de cada uno lo hará en cada paso, desde la pregunta de investigación hasta el análisis, pasando por la recogida de datos. Un ejemplo puede ayudar a ilustrar las múltiples consideraciones que deben abordarse en un estudio de métodos mixtos.

Un investigador pretendía abordar la siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo las expectativas de género (creencias normativas sobre lo que es apropiado para las mujeres y los hombres) dan forma a las decisiones de los adolescentes con respecto al comportamiento sexual de riesgo? Evidentemente, algunos aspectos de esta pregunta se prestan a los datos de las encuestas: el momento y la frecuencia de las conductas sexuales de riesgo entre los adolescentes. Pero la idea de las expectativas de género es menos concreta: es poco probable que una fuente de datos existente incluya preguntas que midan directamente este concepto. Por lo tanto, el investigador decide utilizar un conjunto de datos representativos a nivel nacional para explorar el comportamiento de riesgo y, al mismo tiempo, realizar entrevistas en profundidad con los adolescentes para comprender cómo ven las expectativas de género y cómo éstas se relacionan con su toma de decisiones sexuales. En el transcurso de las entrevistas, el investigador descubre que las opiniones de los compañeros con respecto al comportamiento sexual apropiado parecen funcionar de forma muy diferente para los adolescentes femeninos y masculinos. Esto lleva a la investigadora a volver al conjunto de datos para encontrar una variable que capte esas preocupaciones, que luego se incorpora al análisis. El informe final incluye tanto información estadística sobre la asociación entre las percepciones de las consecuencias de violar las expectativas de género y el comportamiento sexual de riesgo, junto con citas de los adolescentes sobre cómo perciben las expectativas de género relacionadas con el comportamiento sexual. Juntos, los dos componentes proporcionan más información que cualquiera de los dos por separado, ya que la fase cuantitativa proporciona generalizabilidad y la fase cualitativa da contexto a los hallazgos.

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