¿Engorda mascar chicle? (y otras 5 teorías)
A veces, cuando nuestros lectores no nos escriben, nos queda intentar adivinar qué preguntas quieres que te respondan pero no las haces. Una forma de hacerlo es preguntar a otra persona a la que hayas planteado tus dudas, como a tu médico, a tu madre o a tu buscador.
Esto es lo que ocurre cuando intentamos averiguar tus más profundas y oscuras dudas sobre un producto: los chicles.
No es de extrañar que esta minúscula sustancia inspire tanta curiosidad: no hay muchas cosas que los humanos nos llevemos a la boca sin saber si son animales vegetales o minerales, aunque luego las escupamos (no te preocupes, a continuación te contamos qué pasa si intentas digerirlas).
Tenemos todas las respuestas aquí, en una sola página que no requiere de interminables clics de curiosidad para abrir en una nueva pestaña.
1. Cuando una hormona llamada grelina aumenta en la sangre, los músculos del estómago se contraen y se siente hambre. Por eso, la mayoría de los estudios científicos han intentado averiguar qué ocurre con la grelina cuando la gente mastica chicle. En agosto de 2013, dos científicos que escribían en Physiology & Behavior descubrieron que «masticar no tenía ningún efecto significativo sobre las sensaciones de apetito».
Estos resultados contradicen un estudio realizado con 115 hombres y mujeres que masticaron chicle Extra® sin azúcar tres veces por hora y «informaron de una disminución significativa de la sensación de hambre». Hemos descartado cínicamente ese estudio por ahora después de detectar que «la investigación fue apoyada por una subvención del Instituto Científico Wrigley».
2. ¿Masticar chicle engorda?
Asumamos que los patrones de alimentación no están directamente relacionados con el hambre (y tengamos en cuenta que los hallazgos anteriores podrían ser erróneos). Otro estudio, en Eating Behaviors en abril de 2013 pidió a los participantes que masticaran chicle antes de una comida para ver cómo afectaba a su apetito por ella y cuánto comían. Ese estudio encontró que roer un poco de látex natural significaba que la gente comía más pero con menos frecuencia.
Sin embargo, menos comidas (y el ejercicio extra de la mandíbula) no fueron suficientes para compensar las calorías adicionales. Es más, los investigadores descubrieron que el chicle con sabor a menta empeoraba el sabor de las frutas y las verduras y aumentaba la probabilidad de comer comida basura.
3. ¿Se tiran pedos los chicles?
Asumamos que esto no es sólo una errata de la pregunta anterior – después de todo, ¿quién busca en Google la palabra flatulencia? Bueno, el Servicio Nacional de Salud espera que lo hagas. En su página web se aconseja que masticar chicle (así como «fumar, chupar caramelos duros o tener una dentadura postiza floja») puede hacer que la gente se tire pedos debido a la ingestión de aire en exceso. Ofrecen como consuelo el hecho de que eructar es un efecto secundario más probable que romper el viento.
4. ¿Mascar chicle te hace inteligente?
Suponiendo que esto no sea un intento fallido de la pregunta 3 de Google, las escuelas podrían estar tomando el enfoque equivocado al prohibir el material pegajoso. Esta pregunta tiene algunos de los hallazgos más fascinantes del lote. Los escáneres cerebrales descubrieron que masticar chicle activaba el hipocampo (la parte responsable de la memoria), un hallazgo que se corroboró en otros lugares. Los científicos también han descubierto que puede mejorar el estado de alerta e incluso reducir el estrés.
5. ¿Masticar chicle hace que tu aliento sea fresco?
Volvemos a la página del NHS, que ofrece aquí una respuesta relativamente inequívoca. «La masticación estimula la saliva y evita que la boca se seque. Una boca seca puede provocar mal aliento». Aunque también advierten que hay que usar chicles sin azúcar y, er, cepillarse los dientes.
6. ¿Qué pasa si me lo trago?
Cuando tu masticación (masticar) resulta en una deglución (tragar) ¿debes asustarte? ¿Realmente se queda en tu estómago durante 7 años?
No. Algunos ingredientes del chicle son indigestos (muy parecido a otras cosas que comemos habitualmente como el brócoli) pero la saliva los mantendrá en movimiento a través del sistema digestivo hasta que encuentren su destino final. Para que se produzca una obstrucción, el sistema digestivo tiene que ser más estrecho (por lo que la preocupación de los padres por los niños pequeños no es del todo injustificada) o hay que tragar una gran cantidad de chicle.
Toda esta investigación es importante porque este pequeño producto es un gran negocio. En una encuesta realizada a miles de adultos, Kantar media descubrió que el chicle es más popular en Irán (donde el 82% de la gente lo mastica), seguido de Arabia Saudí (79%) y Estados Unidos (59%).
El año pasado, el valor del chicle en el mundo ascendió a 26.000 millones de dólares, es decir, más de lo que vale el mercado mundial de la biometría (por elegir una comparación interesante aunque aleatoria).
¿Tienes alguna otra pregunta sobre el chicle? Publícalas debajo del artículo y haremos todo lo posible por actualizar el artículo y resolverlas
- Salud
- Control de la realidad
- Blogposts
- Compartir en Facebook
- Compartir en Twitter
- Compartir por correo electrónico
- Compartir en LinkedIn
- Compartir en Pinterest
- Compartir en WhatsApp
- Compartir en Messenger