¿Es siempre necesario llevar un regalo de anfitriona?
Ya sea para la anfitriona o para el anfitrión, siempre es necesario un pequeño regalo cuando te invitan a una cena, una reunión o una ocasión especial. Se considera una muestra de agradecimiento por haber sido invitado al evento. Al fin y al cabo, has sido elegida como invitada y la invitación reconoce tu carácter especial.
Un simple agradecimiento
No es necesario pensar demasiado en un regalo de anfitriona. Aunque no conozcas mucho a tu anfitrión, un simple reconocimiento o lo que te parezca adecuado para la ocasión será el regalo perfecto.
Podrías considerar:
- Flores arregladas en un jarrón – porque su anfitrión estará saludando a otros invitados y no tendrá tiempo de pararse a buscar un jarrón.
- Una botella de vino.
- Un artículo de comida para saborear más tarde – galletas en caja, chocolates, caramelos, un pequeño pastel envuelto, o tal vez una mezcla decorativa de frutos secos.
- Una planta en maceta, un cactus decorativo para la ventana o hierbas.
- Velas con un aroma suave.
- Tapas de té únicas.
- Jabones para invitados.
- Set de aceite o vinagre especial para cocinar.
- Mermelada o jalea.
- Tabla de quesos única.
- Cucharas de madera de la amistad.
- Una pequeña cesta de regalo o adornos si es época de vacaciones.
- No «confieses» que lo has olvidado. Simplemente salude a su anfitrión, agradézcale la invitación y exprese lo feliz que está de asistir.
- Envíe flores, una planta u otro regalo sencillo al día siguiente con una nota de agradecimiento por un momento encantador.
- Su olvido puede ocasionar una mirada observadora. Cuando comparta un regalo después puede reflejar que conoce un poco más a su anfitriona, sus gustos y preferencias.
- Perdónese a sí mismo y asegúrese de corresponder invitando a su anfitrión a comer o a tomar un café en algún momento.
No te pases. Se trata sólo de una pequeña muestra de agradecimiento. Y evita dar un regalo que se considere demasiado personal.
Cuando llegue al evento, evite dar importancia a su regalo. Un intercambio muy rápido es todo lo que se necesita: una gran sonrisa y un saludo, y entregar a su anfitrión o anfitriona el regalo con un «Gracias por invitarme».
Si olvida un regalo de anfitriona
Como ninguno de nosotros es perfecto, ninguno es inmune a olvidar un regalo de anfitriona hasta que entramos por la puerta y (¡juego!) nos damos cuenta de lo que ha pasado. Algunos ni siquiera nos acordamos hasta que vemos a otro invitado entregar su muestra de agradecimiento al entrar.
Perdonar es divino, pero hay formas de ganarse ese perdón – incluso cuando tu anfitrión lo considere innecesario.
Si por casualidad te olvidas de tu regalo de anfitriona:
Tenga en cuenta…
El regalo de anfitrión que lleve a la fiesta u ocasión especial es para su anfitrión, no para otros invitados. No te decepciones si el vino que traes no se sirve con la cena, o las galletas que traes no se sirven con el postre. Pero seguro que las disfrutará más tarde, quizá después de que todo el mundo se vaya y su anfitriona tenga la oportunidad de levantarse y pensar en la maravillosa velada que ha organizado.
Su anfitrión puede agradecerle su regalo en persona cuando se lo den, o quizá la próxima vez que le vea, pero no es costumbre que el anfitrión envíe una nota de agradecimiento por los regalos de la anfitriona. Piensa en ello como si ella enviara un agradecimiento por un agradecimiento.
Sin embargo, la gratitud es la esencia misma de la entrega de regalos. Hacemos regalos en reconocimiento de nuestra gratitud, y los recibimos como expresión de gratitud. Como criaturas sociales, es divertido mantener vivas las tradiciones de buena voluntad.
Lo más importante que debes llevar con tu regalo simbólico de agradecimiento es tu sonrisa y tu actitud cálida, que sin duda tu anfitrión o anfitriona apreciará. E incluso si estás tan ocupado que apenas llegas a la fiesta o a la cena, hacer acopio de un sentimiento de gratitud antes de apresurarte a tocar el timbre te permitirá hacer el regalo de saludar a tu anfitrión con un sincero: «Gracias por invitarme. Me alegro mucho de estar aquí»