Este truco sin complicaciones te permite sembrar una granada sin mancharte las manos
Las granadas son una fruta que no se encuentra a menudo porque son algo caras y difíciles de trabajar. Aunque parezcan difíciles de partir, este sencillo hack hace que sea mucho más fácil y menos sucio.
Las granadas tienen un hermoso color rojo oscuro, pero si no tienes cuidado, ese color podría salpicar toda tu cocina. Aunque parezcan quisquillosas, son un gran tentempié porque son un superalimento. La próxima vez que necesites un aperitivo crujiente, utiliza este truco para aprovechar el poder de la granada.
Lo que necesitas
Todo lo que necesitas para sembrar una granada sin hacer un desastre es un cuchillo, una granada, una tabla de cortar y un bol con agua a temperatura ambiente. El agua debe estar a temperatura ambiente porque si quieres combinar los granos de la granada con el chocolate, tienen que estar a temperatura ambiente para que el chocolate no se agarre.
Paso 1: Puntea tu granada
El primer paso es marcar la parte inferior de la granada. Simplemente se corta la piel en diagonal por ambos lados para poder partirla después. Este paso suele ser el que más lío crea porque cuando cortas una granada hasta el fondo, todo el jugo sale directamente.
Una vez que hayas marcado ambos lados, la granada debe tener este aspecto. Asegúrate de que no hay jugo rojo goteando por todas partes y manchando tu tabla de cortar.
Paso 2: Introdúcela en el agua
A continuación, debes colocar tu granada marcada en el bol de agua. Este paso es importante porque el agua mantiene contenidos todos los jugos de la granada, así que no tienes que preocuparte por manchar tu cocina.
Paso 3: Métete en faena y rómpela
Este paso requiere un poco de manipulación. Tus manos son tus mejores herramientas en la cocina, así que métete ahí y rompe esa granada. Diría que te pongas a ensuciar, pero en realidad tus manos quedarán limpias así que… awk.
Paso 4: Desechar las partes inútiles
Mientras rompes la granada, puedes desechar todo menos las semillas en un bol aparte o tirarlo. Lo bueno de sembrar la granada en agua es que las semillas se hunden en el fondo y lo demás flota en la parte superior.
Paso 5: Escurre esa ish
Asegúrate de que los agujeros de tu colador no son demasiado grandes, no querrás que todas esas hermosas semillas que acabas de trabajar se caigan en el fregadero.
Paso 6: Disfruta de las semillas en tu cocina limpia
Aunque sean casi demasiado bonitas para comérselas, date un capricho con las deliciosas semillas para recompensarte por haber mantenido tu cocina bonita y limpia.