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Estenosis Meatal

¿Qué es la estenosis meatal?

La estenosis meatal es una condición en la que el meato -la abertura de en la punta del pene- se vuelve más estrecho. La palabra «estenosis» significa que un pasaje del cuerpo es más estrecho de lo normal. Esta afección puede aparecer al nacer o más tarde en la vida. Si se desarrolla una estenosis meatal, suele ocurrir entre los 3 y los 7 años de edad.

¿Qué frecuencia tiene la estenosis meatal?

Un estudio ha descubierto que alrededor del 9% de los niños tienen estenosis meatal al nacer. En un estudio de seguimiento de 1.800 niños de entre 6 y 10 años, la inspección visual descubrió que el 32% tenía un meato «pinhole». Esto implica que alrededor del 23% de los casos se produjeron después del nacimiento.

¿Qué causa la estenosis del meato?

La estenosis del meato se produce cuando la abertura del extremo del pene se estrecha. Esta afección se observa casi siempre en varones que han sido circuncidados. La circuncisión es un procedimiento en el que se retira el prepucio sobre la cabeza del pene. Es raro que los varones no circuncidados tengan estenosis del meato. Esto podría significar que la circuncisión es una posible razón por la que el meato se ha estrechado. Otras causas de estenosis meatal pueden ser:

  • Inflamación (hinchazón) o lesión que resulta del roce del pene del bebé con un pañal o con la propia piel del bebé después de la circuncisión.
  • Un pañal que contiene la acumulación de cristales de ácido úrico y amoníaco, que se encuentran en la orina.
  • El uso prolongado de catéteres urinarios (tubos utilizados para drenar la orina).
  • Procedimientos o cirugías que implican la inserción de instrumentos en la uretra.
    • ¿Cuáles son los síntomas de la estenosis del meato?

      Los síntomas de la estenosis del meato ocurren como resultado de que el flujo de orina se bloquea parcialmente.

      Si esto ocurre, podrías experimentar síntomas como:

      • Dolor o ardor al orinar.
      • Ganas repentinas de orinar.
      • Tener que orinar a menudo.
      • Un chorro de orina pequeño, estrecho y muy rápido.
      • Un flujo urinario que salpica (normalmente hacia arriba) o que es difícil de dirigir.
      • Problemas para vaciar completamente la vejiga.
      • Una gota de sangre en la punta del pene después de orinar.
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