Fármaco antidiarreico
Fármaco antidiarreico, cualquier fármaco que alivia los síntomas de la diarrea, la evacuación frecuente de heces blandas y acuosas. En general, los fármacos antidiarreicos pueden dividirse en diferentes grupos basados en similitudes químicas o funcionales; estos grupos incluyen adsorbentes, agentes antimotilidad y sustitutos bacterianos (probióticos).
Iconic Cornwall /Alamy
Aunque los mecanismos precisos de acción de los adsorbentes siguen sin estar claros, se cree que estos agentes actúan uniéndose a las toxinas causantes de la diarrea producidas por agentes infecciosos y neutralizándolas, o impidiendo la adherencia de los agentes infecciosos a las paredes del tracto gastrointestinal. Algunos ejemplos de adsorbentes utilizados en el tratamiento de la diarrea son el caolín, la pectina, el carbón activado, la atapulgita (silicato de aluminio) y el subsalicilato de bismuto (Pepto-Bismol). Aunque estas sustancias suelen tener pocos efectos secundarios, son ineficaces para controlar la pérdida de líquidos y, por tanto, no pueden prevenir la deshidratación.
Los opiáceos, como la codeína y la loperamida (Imodium), y los fármacos anticolinérgicos, como la diciclomina y la atropina, pueden utilizarse para ralentizar la motilidad intestinal y aliviar el dolor asociado a los calambres abdominales. El derivado opiáceo difenoxilato suele administrarse con atropina en una combinación comercializada como Lomotil. Aunque los opiáceos conllevan un riesgo de dependencia y adicción, la codeína y los análogos sintéticos difenoxilato y loperamida producen poca dependencia, y se han utilizado con éxito para la diarrea.
Los probióticos consisten en organismos inofensivos que interfieren en la colonización del tracto gastrointestinal por organismos patógenos (causantes de enfermedades). Los probióticos comúnmente utilizados en el tratamiento de la diarrea incluyen preparaciones comerciales de la bacteria Lactobacillus acidophilus y la levadura Saccharomyces boulardii.