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Finanzas corporativas

Finanzas corporativas, la adquisición y asignación de los fondos, o recursos, de una corporación con el objetivo de maximizar la riqueza de los accionistas (es decir, el valor de las acciones). En la gestión financiera de una empresa, los fondos se generan a partir de diversas fuentes (es decir, de los fondos propios y de los pasivos) y se asignan (invierten) a los activos deseables.

La primera función de las finanzas corporativas, la adquisición de recursos, se refiere a la generación de fondos de fuentes internas y externas al menor coste posible para la empresa. Dos categorías principales de recursos son el capital (es decir, el patrimonio de los propietarios) y el pasivo. Ejemplos de fondos propios son los ingresos por la venta de acciones, el rendimiento de las inversiones y los beneficios no distribuidos. El pasivo incluye los préstamos bancarios u otras deudas, las cuentas por pagar, las garantías de los productos y otros tipos de compromisos de los que una entidad obtiene valor.

La asignación de recursos, la segunda función de las finanzas corporativas, es la inversión de fondos con la intención de aumentar la riqueza de los accionistas a lo largo del tiempo. Dos categorías básicas de inversiones son los activos corrientes y los activos fijos. Los activos corrientes incluyen el efectivo, las existencias y las cuentas por cobrar. Ejemplos de activos fijos son los edificios, los bienes inmuebles y la maquinaria. Además, la función de asignación de recursos se ocupa de los activos intangibles, como el fondo de comercio, las patentes, los trabajadores y los nombres de marca.

El trabajo del gestor o los gestores financieros de una empresa consiste en llevar a cabo las dos funciones mencionadas de manera que se maximice la riqueza de los accionistas, o el precio de las acciones. Los gestores financieros deben equilibrar los intereses de los propietarios, o accionistas; los acreedores, incluidos los bancos y los tenedores de bonos; y otras partes, como los empleados, los proveedores y los clientes. Por ejemplo, una empresa puede optar por invertir sus recursos en empresas de riesgo en un esfuerzo por ofrecer a sus accionistas la posibilidad de obtener grandes beneficios. Sin embargo, las inversiones de riesgo pueden reducir la seguridad percibida de los bonos de la empresa, disminuyendo así su valor en el mercado de bonos y aumentando el tipo de interés que la empresa debe pagar para pedir dinero prestado en el futuro. Por el contrario, si la empresa invierte de forma demasiado conservadora, podría no maximizar el valor de sus fondos propios. Si la firma se desempeña mejor que otras empresas, el precio de sus acciones subirá, en teoría, permitiéndole recaudar fondos adicionales a un menor costo, entre otros beneficios.

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Las cuestiones prácticas y los factores en los que influyen las finanzas corporativas incluyen los salarios de los empleados, las estrategias de marketing, el crédito a los clientes y la compra de nuevos equipos. Véase también finanzas empresariales.

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