Herodes Antipas
Herodes Antipas, (nacido el 21 a.C.-muerto el 39 d.C.), hijo de Herodes I el Grande que llegó a ser tetrarca de Galilea y gobernó durante todo el ministerio de Jesús de Nazaret. En el Evangelio según San Lucas (13:32), se relata que Jesús se refirió a él con desprecio como «ese zorro»
Herodes Antipas heredó, hacia el año 4 a.C., parte del reino de su padre después de que el emperador romano Augusto ajustara el testamento de éste. Restituyó los daños causados en el período comprendido entre la muerte de su padre y la aprobación del testamento, restaurando dos ciudades, una de las cuales rebautizó en honor de la familia imperial romana.
Se divorció de su esposa nabatea, la hija de Aretas IV, rey del reino del desierto contiguo al suyo, para casarse con Herodías, antigua esposa de su hermanastro. El matrimonio ofendió a su antiguo suegro y alienó a sus súbditos judíos. Según Marcos 6 y los relatos paralelos de Mateo 14 y Lucas 3, cuando Juan el Bautista, uno de sus súbditos, reprochó a Herodes este matrimonio, Herodías incitó a su marido a encarcelarlo. Sin embargo, no se tranquilizó e incitó a su hija, Salomé, a pedir la cabeza del Bautista a cambio de bailar en la fiesta de cumpleaños de su padrastro. Antipas decapitó a Juan a regañadientes, y más tarde, cuando le informaron de los milagros de Jesús, creyó que Juan el Bautista había resucitado. Cuando Jesús fue arrestado en Jerusalén, según Lucas 23, Pilato, el procurador romano de Judea, lo envió primero a Antipas, que estaba pasando la Pascua en la capital, porque Jesús venía del reino de Antipas. El tetrarca estaba ansioso por ver a Jesús, esperando más milagros, pero pronto lo devolvió a Pilato, poco dispuesto a emitir un juicio.
Un tiempo antes, Antipas había construido la ciudad de Tiberíades en la orilla occidental del mar de Galilea, modelándola en parte según una ciudad griega, pero aunque erigió estatuas a la manera griega en su palacio, sus monedas no llevaban imágenes. También animó a los herodianos, judíos acomodados que le apoyaban y eran tolerantes con la autoridad romana.
La cercanía de Herodes a la familia imperial hizo que fuera elegido como mediador en las conversaciones romano-parto del año 36. A su favor, la conferencia fue un éxito, pero las prisas de Antipas por informar de las noticias a Roma despertaron la hostilidad de Aulo Vitelio, legado de Siria, más tarde emperador. Hacia el año 37, el rey nabateo Aretas IV, cuya hija había repudiado Antipas, atacó el reino de Herodes, infligiendo graves daños. Cuando el tetrarca apeló a Roma, el emperador envió a Vitelio, quien, todavía resentido, aprovechó cualquier retraso posible. Después de que Calígula se convirtiera en emperador en el año 37, Herodías, envidiosa del éxito de su hermano Agripa I, persuadió a su marido para que lo denunciara ante el emperador, pero la víctima prevista, el amigo íntimo de Calígula, se anticipó a Antipas y formuló cargos, parcialmente ciertos, contra él. Calígula desterró a Antipas a la Galia, donde Herodías le acompañó, y su hermano añadió la tetrarquía a sus dominios.