Industria de la formación
Dwight Eisenhower citó célebremente a J. Roscoe Miller, presidente de la Universidad Northwestern, en un discurso: «Tengo dos tipos de problemas: los urgentes y los importantes. Los urgentes no son importantes y los importantes nunca son urgentes»
El trigésimo cuarto presidente de los Estados Unidos, que sirvió como general en el Ejército, lanzó programas espaciales y fue responsable del desarrollo de la autopista interestatal, comprendía la importancia de la gestión eficaz del tiempo. De hecho, ideó todo un sistema para aliviar la presión de la carga de trabajo: la Matriz Eisenhower.
Los cuatro cuadrantes
Ante el aumento del agotamiento en el trabajo -algo que experimenta casi el 23% de los empleados- el método de Eisenhower ofrece un marco sencillo para ayudar a las personas a equilibrar la cantidad de trabajo que tienen.
También conocida como la Matriz Urgente-Importante, este método visual de gestión del tiempo divide las tareas en cuatro cuadrantes para ayudar a priorizar el orden de realización. Los recuadros están etiquetados del uno al cuatro, cada uno con un punto de acción específico: hacer, decidir, delegar o eliminar.
- Delega: urgente pero no importante (tareas urgentes pero de poca importancia, como reuniones que se interponen en el camino de las importantes).
- Borra: no urgente y no importante (tareas que sólo sirven para perder el tiempo y que puedes eliminar de tu lista de tareas).
Urgente frente a importante
Las tareas urgentes son responsabilidades que requieren tiempo. Son los trabajos que requieren una atención rápida e incluyen llamadas telefónicas, reuniones y crisis inmediatas entran en esta categoría. Los asuntos importantes, en cambio, son primordiales para el crecimiento y suelen ser evolutivos por naturaleza. Contribuyen al panorama general, y a menudo se dejan de lado cuando las tareas urgentes se abren paso.
El problema, como puedes imaginar, es que cuando las tareas importantes pasan a un segundo plano, el negocio puede quedarse estancado e inmóvil o progresar a un ritmo más lento de lo deseado. Esto es especialmente cierto en el caso de aquellas tareas importantes pero no urgentes del segundo cuadrante, que a menudo pasamos por alto mientras las tareas del primer y tercer cuadrante y, a menudo, incluso del cuarto cuadrante tienen prioridad.
Distinguir entre «urgente» e «importante» te ayuda a compartimentar tus pensamientos y a tomar decisiones. De este modo, la Matriz de Eisenhower proporciona un permiso libre de culpa para centrar tu atención en las tareas que importan -las de los dos primeros cuadrantes- y eliminar todo lo que no contribuya positivamente a tu función.