Italia conquista el mundo y Alemania gana a los amigos
Italia aleja los fantasmas
El gol de Grosso decantó una magnífica semifinal contra Alemania a favor de los italianos y su lanzamiento de penalti selló la victoria en la tanda de penaltis de la final tras el empate a uno. Fue la primera victoria de la Azzurra en la tanda de penales, que alejó los fantasmas de tres fracasos anteriores en el escenario mundialista, especialmente en la final de 1994.
Pero esta Copa Mundial de la FIFA no fue simplemente una historia de éxito italiano. La joven Alemania de Jürgen Klinsmann se hizo con el tercer puesto gracias a un atractivo fútbol de alto ritmo y de ataque. Los anfitriones terminaron como máximos goleadores con 14 goles, cinco de ellos de Miroslav Klose, ganador de la Bota de Oro adidas, y tres de Lukas Podolski, el Mejor Jugador Joven de Gillette.
Más que nada, la Nationalmannschaft de Klinsmann capturó el espíritu de Alemania 2006. Si el viejo estereotipo de la adusta eficiencia alemana fue desmontado por la vitalidad juvenil de su equipo sobre el terreno de juego, fuera de él el público alemán dio un verdadero significado al lema del torneo «Un tiempo para hacer amigos». Un gran número de personas se congregó en los parques de aficionados de todo el país y el país anfitrión hizo gala de una generosidad sin límites hacia sus numerosos visitantes.
El mes del fútbol en Alemania cautivó no sólo a los 3.359.439 espectadores que asistieron a los partidos en los 12 magníficos estadios (y a los millones de Fan Fest), sino también a una audiencia mundial estimada en más de 30.000 millones de personas. Todos ellos contemplaron cómo un elenco de 32 equipos, desde Angola hasta Estados Unidos, conspiró para emocionar, entusiasmar y, en ocasiones, exasperar durante un maratón de 64 partidos y 147 goles.
Zidane hace retroceder los años
Tuvieron mucho que saborear, incluida la visión de Zidane haciendo retroceder los años para ayudar a la Francia de Raymond Domenech a eliminar a España y Brasil de camino a Berlín. El jugador de 33 años recibió el Balón de Oro de adidas, pero aunque marcó contra Italia, ocho años después de marcar dos goles en la final de 1998, no hubo final feliz.