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La angioplastia y colocación de stent en la carótida es segura y eficaz para el tratamiento de la estenosis recurrente tras endarterectomía por eversión

Objetivo: Este estudio se realizó para determinar la eficacia y la durabilidad a largo plazo de la angioplastia transluminal percutánea y la colocación de stents en la arteria carótida en el tratamiento de la reestenosis carotídea (RC) después de la endarterectomía de eversión, haciendo hincapié en las variables que podrían influir en el resultado.

Métodos: Se analizaron 319 pacientes (220 asintomáticos y 99 sintomáticos) que fueron sometidos a angioplastia carotídea desde 2002 hasta 2012 para la RC que se produjo después de la endarterectomía de eversión. Durante este período, se realizaron 7993 endarterectomías de eversión por estenosis significativa de la arteria carótida. La RC significativa se detectó mediante ecografía y se confirmó mediante angiografía de sustracción digital o angiografía por tomografía computarizada multidetector. Tras la angioplastia (con o sin colocación de stent), se realizaron ecografías dúplex en color al mes, a los 6 meses, al año y anualmente a partir de entonces. Los criterios de valoración incluyeron el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular y la muerte cardiovascular (infarto de miocardio mortal, insuficiencia cardíaca mortal, accidente cerebrovascular mortal), así como el hematoma en el lugar de la punción y la reestenosis recurrente. Los puntos finales primarios se analizaron como resultados tempranos (≤30 días después del procedimiento), y los secundarios como resultados a largo plazo (>30 días). También se analizaron las variables y los factores de riesgo que influyen en los resultados a corto y largo plazo. La mediana de seguimiento fue de 49,8 ± 22,8 meses (rango, 17-121 meses).

Resultados: Todos los procedimientos, excepto uno, finalizaron con un éxito técnico (99,7%). En el período postoperatorio temprano, se produjo un ataque isquémico transitorio en el 2,8% de los pacientes y un accidente cerebrovascular en el 1,6%, seguido de un resultado letal (0,3%). Se produjo una trombosis del stent en un paciente (0,3%) varias horas después de la angioplastia, seguida de una intervención quirúrgica urgente y la interposición del injerto. En el seguimiento a largo plazo, no hubo ataques isquémicos transitorios ni accidentes cerebrovasculares, la mortalidad no neurológica fue del 3,13% y la tasa de reestenosis recurrente fue del 4,4%. La tasa de resultados no neurológicos durante el seguimiento fue significativamente mayor en los pacientes asintomáticos que en los sintomáticos (4,54% frente a 0%; p = 0,034). La tasa estadísticamente más alta de ataque isquémico transitorio se verificó en los pacientes en los que se utilizaron stents Precise (Cordis Corporation, New Brunswick, NJ) (12,2%) y un dispositivo de protección cerebral Spider Fx (Covidien, Dublín, Irlanda) (12,5%). El sexo femenino, la enfermedad arterial coronaria, las calcificaciones de la placa y los antecedentes de tabaquismo se asociaron a un resultado adverso tras la angioplastia.

Conclusiones: La colocación de un stent en la arteria carótida es un procedimiento seguro y fiable para la RC tras el tratamiento de endarterectomía de eversión, con una baja tasa de complicaciones postprocedimiento. El tipo de stent y el dispositivo de protección embólica cerebral pueden influir en la tasa de eventos isquémicos neurológicos postprocedimiento.

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