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La articulación esternoclavicular inflamada – Un dilema diagnóstico

La articulación esternoclavicular es una articulación sinovial, diartrodial, entre el extremo medial de la clavícula y el esternón. Los dos extremos óseos están cubiertos de fibrocartílago y separados por un disco. Hay una cápsula alrededor de la articulación, que está reforzada por una serie de ligamentos. La ATM es una articulación muy móvil, que se mueve con la respiración y el complejo escapulohumeral. La aparición de la artropatía de la ATM no es habitual y los pacientes pueden presentar dolor en la pared torácica anterior, el hombro o el cuello, pero una presión sobre la articulación suele reproducir el dolor espontáneo. Muchas entidades patológicas pueden afectar a la ATM, como la psoriasis y otras espondiloartropatías seronegativas, la artritis reumatoide, las enfermedades articulares degenerativas, las infecciones, los traumatismos y los tumores. La gran cantidad de entes alrededor de la SCJ puede explicar por qué es un objetivo común de las espondiloartropatías. La nosología de las espondiloartropatías que afectan a la SCJ es confusa y controvertida, y deben considerarse como un espectro de enfermedades con características clínicas y radiológicas que se solapan. En este espectro se incluyen el síndrome SAPHO y la osteítis crónica multifocal recurrente (CRMO). No es posible determinar la etiología basándose únicamente en las características morfológicas. La histología y el cultivo del aspirado articular pueden no ser útiles, y no existe ninguna prueba serológica fiable que permita distinguir las espondiloartropatías de otras causas de artropatía de la SCJ. El diagnóstico por imagen desempeña un papel fundamental a la hora de excluir afecciones potencialmente tratables. Las estructuras subyacentes del tórax hacen que la radiografía simple sea limitada en la evaluación de la enfermedad de la articulación esternoclavicular. Una ecografía mostrará un derrame articular y la gammagrafía power-Doppler establecerá la presencia de sinovitis.La gammagrafía ósea puede evaluar la extensión e intensidad de la enfermedad, y los procedimientos de TC/RM pueden demostrar erosiones y ayudar a diferenciar la artropatía inflamatoria de la osteomielitis. La RM proporciona información sobre la médula ósea, el derrame articular y la sinovitis. El TAC proporciona un buen detalle del hueso y las partes blandas, que puede visualizarse en reformatos multiplanares. También es la modalidad de elección para realizar una biopsia guiada de la articulación. Los cambios degenerativos típicos, como la esclerosis subcondral, el desnivel de la superficie articular y la presencia de osteofitos en la ATM, se observan en el 50% de las personas mayores de 60 años. La subluxación del extremo medial de la clavícula también puede producirse en las enfermedades articulares degenerativas, y se cree que se debe a daños en los ligamentos . Por lo tanto, pueden coexistir cambios degenerativos e inflamatorios. Los cambios inflamatorios incluyen la presencia de quistes/erosiones subcondrales claviculares y esternales con o sin borde esclerótico, dependiendo de la agresividad del proceso. El considerable solapamiento de las entidades patológicas que afectan a la ATM hace que sea difícil diagnosticar la patología basándose únicamente en las características morfológicas, por lo que es importante un enfoque clínico en el diagnóstico de la artropatía de la ATM. En el caso de un inicio agudo, deben considerarse las causas inflamatorias y la artritis séptica. Es especialmente importante excluir la posibilidad de una tuberculosis, que puede presentarse como una artropatía crónica de la SCJ. El papel principal del radiólogo es excluir la infección y la malignidad, lo que se consigue mejor con una biopsia guiada por TAC.

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