¿La muerte de Brian Epstein marcó el principio del fin de los Beatles?
«Sabía que estábamos en problemas entonces. No tenía ninguna idea errónea sobre nuestra capacidad para hacer otra cosa que no fuera tocar música, y estaba asustado. Pensé: ‘Estamos jodidamente hartos'». – John Lennon
Es justo decir que sin Brian Epstein, el hombre al que se refiere ampliamente como el ‘Quinto Beatle’, los Fab Four nunca habrían visto la fama y la fortuna salvaje y generalizada que finalmente disfrutaron. El empuje y la determinación de Epstein habían galvanizado a los cuatro individuos en The Beatles y crearon un monstruo del rock ‘n’ roll aparentemente de la noche a la mañana.
El 27 de agosto de 1967, esa fuerza motriz y entidad galvanizadora en el mundo de The Beatles fallecería tristemente tras una sobredosis accidental de Carbital, un somnífero que mezclado con alcohol puede resultar mortal. Fue un momento impactante en la historia de la banda, ya que no sólo perdieron a su motor, sino también a un querido amigo.
Epstein había planeado disfrutar del fin de semana festivo en el campo con algunos de sus amigos intentando orquestar una pequeña reunión de hombres y mujeres afines. Epstein era un hombre gay en una época difícil, por lo que se sintió decepcionado cuando los amigos a los que había invitado no se presentaron en Sussex.
En lugar de amilanarse, Epstein se dio cuenta de que, incluso después de demasiados coñacs, podría volver a Londres para visitar los clubes del West End si se ponía las pilas. Después de pasar por allí, se dio cuenta de que los clubes estaban prácticamente cerrados y decidió volver a casa. Su mayordomo recuerda que le oyó regresar a primera hora de la mañana del sábado.
Peter Brown, que se había reunido con Epstein en Sussex, habló con él por teléfono el sábado por la tarde, y recuerda que «hablaba con una voz aturdida. Se disculpó por no haber vuelto y por haber dejado que nos preocupáramos. Sospecho que cuando volvió a Londres salió, se paseó por el West End un rato y luego se fue a casa».
Esa fue la última vez que se supo de Epstein, ya que sufrió una sobredosis accidental y murió mientras dormía. Antes de que la identidad de Epstein pudiera ser confirmada adecuadamente, los periodistas ya estaban en la puerta. Alistair Taylor recuerda en La historia de Brian Epstein: «A los pocos minutos de haber informado a la policía, sonó el timbre de la puerta y era un periodista que yo conocía. Me miró y me dijo: ‘¿Qué estás haciendo aquí? He oído que Brian está enfermo’. Y le dije: ‘No, está bien. Ha salido'»
Pronto se corrió la voz y los Beatles fueron informados de que su amigo y mánager había muerto en trágicas circunstancias. En ese momento, los Beatles se encontraban en Bangor, Gales, con el Maharishi Mahesh Yogi, un gurú de la Meditación Trascendental cuyas enseñanzas habían comenzado a infiltrarse en la propia forma de vida de los Fab Four, pero nada podría haberles preparado para esta conmoción.
En cuestión de horas, los reporteros y las cámaras de televisión habían descendido sobre Ringo Starr, George Harrison y John Lennon en Gales, mientras que Paul McCartney y su novia Jane Asher se dirigían directamente a Londres.
Es aquí donde se podría argumentar que se produjeron las primeras grietas en los cimientos de Los Beatles. Inundados por los medios de comunicación y engullidos por un mundo tan desesperado por consumirlos, de repente John, Paul, George y Ringo se vieron solos. Las imágenes que se muestran a continuación, extraídas de un reportaje apenas unas horas después de que se compartiera la noticia con la banda, muestran a Harrison y a Lennon aturdidos por el dolor y en completa conmoción. Los tiburones empezaron a dar vueltas.
Hay numerosas razones por las que los Beatles se separaron que conocemos y probablemente innumerables razones que no conocemos. Pero ciertamente hay cierta validez en sugerir que Epstein estaba en la ruta de algunos de sus problemas más obvios como banda. Tras la muerte de Epstein, se necesitaba un líder creativo en el estudio. Lennon y McCartney pueden haber proporcionado las canciones, pero la mayoría de las veces Epstein tenía una mano en la visión.
Después del éxito de Sgt. Pepper, el Magnus Opus de McCartney, el bajista comenzó a tomar un control más fuerte en la creatividad de la banda. Esto significaba que no sólo se animaba a Lennon a seguir con su creciente abuso de sustancias y su desinterés por el grupo, sino que la frustración y el resentimiento de Harrison no hacían más que multiplicarse. Sin Epstein, Macca parecía estar ahora al mando.
Desde luego, si ese es el caso, tenemos mucho que agradecerle. Algunos de los mejores discos de The Beatles se produjeron tras el nuevo liderazgo de McCartney, pero no se puede negar que sus tendencias autoritarias, a las que ahora se permitía dar rienda suelta, acelerarían la desaparición de la banda.
Brian Epstein no sólo había galvanizado al grupo creativamente, sino que lo había hecho ocupándose de la mayoría de los asuntos empresariales. Aunque sería ignorante sugerir que no había problemas de dinero antes de la muerte de Epstein, lo cierto es que centralizó todos sus proyectos y, al hacerlo, ofreció a la banda una ventanilla única para todos sus asuntos.
Desaparecido Brian, los Beatles necesitaban un nuevo mánager. Fue Allen Kelin quien se postuló para ocupar el puesto después de que los Fab Four hubieran pasado los últimos seis meses sin un hombre que vigilara el panorama general. Apple Records había empezado a perder dinero de forma estrepitosa y el grupo no había confiado en nadie para manejar esos asuntos desde Brian. Kelin vio su oportunidad.
McCartney había querido emplear a su suegro Lee Eastman pero Starr, Harrison y Lennon se unieron y convencieron a Macca para que firmara. Casi. McCartney acudió a la sesión publicitaria para firmar los papeles, pero nunca llegó a poner oficialmente la pluma sobre el papel. Esto afectaría dramáticamente al estado de la banda en adelante, siendo su disputa de manager una de las razones más obvias de su separación.
Pero quizás la verdadera razón por la que la muerte de Epstein afectó tanto a los miembros de The Beatles fue que era, por encima de todo, un querido, querido amigo. «No encuentro palabras para rendirle homenaje. Sólo que era adorable, y son esas cosas adorables en las que pensamos ahora», dijo Lennon en su momento. Harrison dijo de su mánager. «Dedicó gran parte de su vida a los Beatles. Nos gustaba y le queríamos. Era uno de los nuestros», coincidió Starr, «Queríamos a Brian. Era un hombre generoso. Le debemos mucho»
La verdad es que nunca podremos estar seguros de si la muerte de Epstein desencadenó una cadena irreversible de acontecimientos que llevaron a la ruptura de Los Beatles. En el mejor de los casos, suponemos que si no hubiera muerto, la banda podría haber permanecido un poco más, pero la mayoría de los problemas a los que se enfrentaba el grupo ya habían empezado a salir a la luz antes de su muerte. De lo que sí podemos estar seguros es de que sin Brian Epstein no existiría el grupo The Beatles.
(Vía: Beatles Bible / Beatles Interviews)