¿La sal baja en sodio es realmente saludable?
En teoría, la sal baja en sodio parece una gran idea. Promete todas las bondades del sabor de la sal sin el sodio y podría ser muy útil para aquellos interesados en reducir su consumo de sodio.
El problema es que no se puede tener sal sin sodio. Sería como quitarle el hidrógeno al H2O… no tiene mucho sentido. La sal se llama cloruro de sodio por una razón: tiene un 40 por ciento de sodio y un 60 por ciento de cloro, y si se elimina la mayor parte del sodio se convierte en algo que no es sal. De hecho, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), la sal baja en sodio ni siquiera es un alimento, ya que la sal de calidad alimentaria debe estar compuesta por al menos un 97,5 por ciento de cloruro de sodio.
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Esto no significa, sin embargo, que la sal baja en sodio no pueda consumirse o que no le ayude a seguir una dieta baja en sodio. Pero antes de analizar las ventajas y desventajas de la sal baja en sodio, tenemos que analizar la razón por la que se necesita un producto de este tipo.
La sal es algo bueno, pero no en cantidades masivas o incluso moderadas. Las personas jóvenes y sanas no deberían tomar más de 2.300 miligramos de sal al día, lo que equivale aproximadamente a una cucharadita. Los mayores de 40 años, los hipertensos y los afrodescendientes no deberían consumir más de 1.500 miligramos al día. Un informe reciente publicado en The New England Journal of Medicine afirma que los peligros que conlleva el consumo de media cucharadita más de sal al día equivalen a los riesgos para la salud asociados a la obesidad, el tabaquismo y el colesterol alto.
También hay que recordar que estamos hablando de sal, no de sodio. Los desgloses de la información nutricional normalmente sólo proporcionan los niveles de sodio de los alimentos, y como el sodio constituye sólo el 40 por ciento de la sal, hay que multiplicar el contenido de sodio de un producto por 2,5 para calcular cuánta sal hay en cada porción. Así, por ejemplo, una bolsa de patatas fritas Lay’s con sal y vinagre de una sola ración contiene 580 miligramos de sodio, lo que significa que en realidad contiene 1.450 miligramos de sal. Por supuesto, si se sustituyera la sal que utiliza Lay’s por una marca baja en sodio, esa cifra sería significativamente menor. Pero como no se puede quitar la sal a las patatas fritas procesadas (ni a ningún otro alimento), no es de extrañar que la gente esté dispuesta a espolvorear un aditivo no alimentario en sus provisiones caseras para disminuir su consumo de sodio.
Pero si la sal baja en sodio no es un alimento, ¿qué es? Las sales bajas en sodio suelen sustituir parte del sodio del cloruro de sodio por potasio, por lo que son una mezcla de sodio y cloruro de potasio. El cloruro de potasio tiene un sabor parecido al de la sal, pero hay una razón por la que hemos estado rociando nuestros filetes exclusivamente con cristales infundidos de sodio durante miles de años: el cloruro de potasio puede matarte.
El cloruro de potasio es el principal ion positivo en las células de nuestro cuerpo y puede ayudar a reducir la presión arterial. Por desgracia, también puede detener su corazón. De hecho, el cloruro de potasio, aunque es seguro en pequeñas dosis, es la toxina elegida para los procedimientos de inyección letal de muchos estados, así que definitivamente no es algo que quieras ingerir en exceso. La mayoría de las sales bajas en sodio aconsejan consultar a un médico antes de consumirlas, pero si nos preguntas, es más seguro simplemente mantenerse alejado de los productos no alimentarios, especialmente si pueden matarte.
Publicado originalmente: 8 de diciembre de 2010
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