Lana Del Rey: La extraña historia de la estrella que reescribió su pasado
Todavía se pueden encontrar rastros de Lizzy Grant en la red. Hay un vídeo, fechado el 8 de junio de 2009, en el que se ve a una joven rubia vestida de manera informal, con camiseta verde y vaqueros, cantando sola en el escenario de un espectáculo musical de Nueva York llamado The Variety Box. La voz de Grant era potente, pero parecía tímida y hablaba en voz baja al público entre un puñado de aplausos.
Grant parecía una más de los cientos de jóvenes artistas que intentan triunfar en los clubes y bares de Nueva York, cantando a pleno pulmón con la esperanza de que algún día les descubran. Al fin y al cabo, así es como los grandes nombres, desde Bob Dylan hasta Lady Gaga, consiguieron su oportunidad. Pero a Lizzy Grant nunca le llegó el éxito. Su único álbum se hundió prácticamente sin dejar rastro.
Sin embargo, la fama sí le llegó a una persona llamada Lana Del Rey, una sensual y seductora cantante de 25 años que es el nombre más actual de la música estadounidense y cuyo álbum de debut es uno de los acontecimientos más esperados de la industria este año. Sale a la venta el 31 de enero.
La imagen de Del Rey no se parece en nada a la de Grant. El vídeo de su nueva canción, titulada provocativamente Born to Die, es hábil y está profusamente producido. El cortometraje comienza con ella posando semidesnuda con un hombre tatuado y sin camiseta delante de las barras y estrellas, y luego la muestra sentada en un trono con un vestido blanco ceñido al cuerpo y flanqueada por dos tigres. Al final del vídeo, está cubierta de sangre y sólo lleva un sujetador rojo. Es exagerado y muy excéntrico.
Pero eso encaja con el sonido de Del Rey. Sus voces y melodías elevadas, que reflejan géneros tan diversos como el hip hop y la música indie, han ganado millones de fans. Y Del Rey tiene una gran historia que contar. Tras aparecer por primera vez en Internet el año pasado con un vídeo aparentemente casero de una canción llamada Video Games, se convirtió en un éxito de culto. Combinó su música con una imagen misteriosa, autodenominada «Nancy Sinatra gángster», que rendía homenaje a la moda de los años 60 y al glamour del mundo del espectáculo. En una entrevista grabada recientemente junto a la piscina del Chateau Marmont de Los Ángeles, Del Rey explicó su atracción por el famoso lugar de los famosos. «Es un lugar que ha inspirado muchos de mis vídeos y ha influido en muchos de mis visuales», dijo a través de una boca ahora enmarcada por unos labios de abeja que hacen pucheros.
Por supuesto, Lana Del Rey y Lizzy Grant son la misma persona.
Esa revelación ha convertido a Grant/Del Rey en una de las figuras más controvertidas que han surgido en la música estadounidense desde hace años. Algunos se sienten víctimas de un inmenso truco de confianza. Cuando Video Games se hizo viral por primera vez, se convirtió en una sensación underground alabada por su autenticidad. La asombrosa voz de Del Rey canturreaba la inquietante canción con un telón de fondo de tomas granuladas de películas caseras y escenas de Hollywood. Actualmente cuenta con la asombrosa cifra de 20 millones de visitas en YouTube. Su continuación, Blue Jeans, con un estilo similar, obtuvo 6 millones de visitas. Los pocos conciertos de Del Rey se agotaron de repente. Ganó el premio Next Big Thing en los premios Q. Parecía estar preparada para el éxito. Pero entonces se plantearon preguntas. Algunos críticos empezaron a preguntarse si, lejos de ser un niño prodigio orgánico, la transformación de Grant en Del Rey había sido planeada desde el principio. Su nombre artístico fue elegido por su manager. En lugar de ser una desconocida que lucha por el reconocimiento, Del Rey es en realidad la hija de un padre millonario que ha respaldado su carrera. La gente sospechaba de la forma en que el álbum fallido de Grant, y todos sus sitios web en las redes sociales, parecían haber sido borrados de Internet justo antes de la aparición de Del Rey. Se ha especulado mucho sobre el momento exacto en que Del Rey se asoció con su actual discográfica, Interscope, y sobre el grado de influencia que sus expertos en marketing podrían haber ejercido en su aparición original.
«Hay muchas cosas que no parecen orgánicas en ella», dijo Steven Horowitz, que escribió un artículo de portada sobre Del Rey para la revista Billboard. «Está montando un espectáculo. Está aquí para entretenernos»
De repente, muchos de los fans que habían impulsado a Del Rey se volvieron contra ella de forma espectacular. Los blogs musicales vertieron vitriolo sobre su talento. Algunos sitios web musicales influyentes, como Hipster Runoff, han convertido el insulto a Del Rey en una forma de arte. El fin de semana pasado, Del Rey apareció como invitada musical en Saturday Night Live. Ofreció una actuación titubeante e insegura -de repente más Lizzy Grant que Del Rey- que desató críticas brutales.
Los famosos incluso se metieron en el ajo. La actriz y músico Juliette Lewis tuiteó: «Ver a esta ‘cantante’ en SNL es como ver a un niño de 12 años en su habitación cuando pretende cantar y actuar». Incluso el presentador de noticias Brian Williams se pronunció al respecto, enviando un correo electrónico que fue publicado posteriormente en el sitio web de cotilleos Gawker en el que se calificaba la actuación de Del Rey como una de las «peores salidas de la historia de SNL».
Pero no es sólo la música de Del Rey y su actuación en SNL lo que está siendo objeto de críticas. También es su aspecto.
Las fotos de Lizzy Grant cuando se contrastan con las de Del Rey han llevado a muchos a especular que se ha inyectado colágeno en los labios y quizás incluso se ha sometido a cirugía plástica. Es una acusación que ella negó con vehemencia en una reciente entrevista. «No me he hecho nada en absoluto… Soy bastante pucherazo. Así es como me veo cuando canto», insistió.
Del Rey también tiene muchos defensores. «Es simplemente una criatura preciosa», dijo Noah Levy, editor senior de noticias de la revista In Touch Weekly. Horowitz dijo que, sea cual sea la verdad de su aparición, hay pocas dudas sobre su talento o compromiso. «Creo que se preocupa por el arte que está creando. No creo que eso sea falso en absoluto», dijo.
A pesar de la indignación que se ha dirigido a ella, Del Rey está empleando uno de los trucos más antiguos del libro: la creación de un personaje escénico. Algunos de los grandes nombres lo han hecho. David Bowie y Madonna son notorios cambiadores de forma. También Lady Gaga. Pasar de Lizzy Grant a Lana Del Rey no es extraño si tenemos en cuenta que el verdadero nombre de Bob Dylan era Robert Zimmerman e Iggy Pop nació como James Osterberg. «Creo que Lana Del Rey está fabricada. Pero cuando Lizzy Grant salió con música fracasó. Así que se reinventó a sí misma y funcionó», dijo Levy.
De hecho, el ascenso de Lana Del Rey dice mucho sobre la naturaleza de la fama moderna en Estados Unidos. Internet ha permitido que figuras como ella se sitúen rápidamente en el primer plano del panorama cultural, tanto si su aparición está planificada por un ejecutivo discográfico como si se produce espontáneamente desde la habitación de alguien. Ha acelerado el ciclo de la fama. Merece la pena señalar que la enorme reacción contra Del Rey se está produciendo incluso antes de que se haya publicado su primer álbum. Esto revela una obsesión cultural con la «autenticidad» que los fans, los artistas y las empresas valoran por encima de todo.
Los críticos culturales dicen que la autenticidad genuina es casi imposible de lograr. «La idea de la autenticidad es esquiva. Es, en muchos sentidos, una completa ilusión», afirma el profesor Robert Thompson, experto en cultura pop de la Universidad de Siracusa. Otros tienen explicaciones más sencillas para el revuelo que ha causado Del Rey, pues ven misoginia en una artista femenina tan dispuesta a utilizar la sexualidad como forma de vender su música. «Hay una actitud de ‘chicas malas’ en algunas de ellas», dijo Horowitz.
De cualquier manera, no parece probable que Del Rey vaya a abandonar la escena musical en breve. Las ventas de su nuevo álbum van a ser astronómicas. Se ha colado en el top 25 de Amazon en EE.UU. sólo en preventa. Está reservada para aparecer en los principales programas de entrevistas. «Lana Del Rey puede llegar a donde quiera», dice Levy. «Algún día será la portada de Rolling Stone». Puede que Lizzy Grant no lo haya conseguido. Pero su próxima creación parece estar preparada para el estrellato.
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