Lo que todos podemos aprender del vello facial de calidad de Hugh Jackman
Este día, hace cuarenta y siete años, se presentó al mundo la estrella de Broadway y el superhéroe medio decente Hugh Jackman. Desde entonces, el tipo ha tenido su cuota de éxito (ver: Globos de Oro, Tonys), y aunque puede que eso no se deba del todo al pelo de su barbilla, ciertamente no hace daño. Desde las legendarias chuletas de Lobezno, pasando por la desaliñada barba de Jean Valjean tras la cárcel, hasta esa abominación en su cara en el pozo cinematográfico que es Pan, no es raro que Jackman luzca una buena dosis de vello facial distintivo. A continuación, analizamos algunas de sus elecciones y las lecciones que sería prudente extraer de ellas.
1. Un rostro bien afeitado te hará parecer siempre más joven: Estar desvanecido tampoco hace daño.
2. Pero el rastrojo bien trabajado no tiene edad: Y siempre guapísimo.
3. Consigue un look de firma: Aunque probablemente sea una buena idea elegir algo un poco menos divisivo que el Wolverine-chop.
4. Evita las líneas finas: Se supone que una barba es algo salvaje, ¿verdad? Así que cuanto menos parezca que has domesticado tu cara-mano, mejor.
5. El gris no es nada que temer: Siéntanse libres de abrazar la sal y la pimienta, gente. La edad significa experiencia, después de todo.
6. Las perillas son lo peor: En serio, las perillas hacen que parezca que te has tirado encima de alguien y has salido con toda su mata alrededor de la boca. No es un buen aspecto.
7. Una barba negra puede ser tan poderosa como un rostro bien afeitado: Con todo lo demás sobre ti en su punto más limpio, una barba completa demuestra que no eres un cuadrado.
8. Relájate con Los Clippers: Demasiado peinado y acabarás en territorio pirata.
9. Prueba B: esto. ¿Ves lo que queremos decir?