Los 10 datos que no sabías sobre la primera guerra mundial
La guerra de Archie es la historia de la primera guerra mundial contada a través de un álbum de recortes de tiras cómicas, cartas, fotografías y otros recuerdos de la guerra recogidos por Archie Albright, un joven que vive en el East End de Londres. Cuando el policía local pasa en bicicleta por la calle de Archie para anunciar que se ha declarado la guerra, Archie piensa que va a ser muy divertido. Deja de jugar a las canicas y a los indios y vaqueros y empieza a jugar a la guerra. Entonces, poco a poco, su mundo empieza a cambiar. Su padre se va a la guerra, su madre se pone a trabajar en una fábrica de municiones, su hermana se convierte en pacifista y la abuela Albright empieza a pegarle con la parte de atrás de un cepillo para el pelo.
A través de la colección de álbumes de recortes de Archie se empieza a construir un cuadro del impacto de la guerra en una familia y del progreso de la propia guerra. Hay incursiones del Zeppelin, noticias de las trincheras e historias de héroes de guerra. Como muchos otros niños, cuando los bombardeos y la escasez de alimentos se hacen insoportables, Archie se ve obligado a trasladarse al campo. Justo antes de dejar Londres, su perro, Old Georgie, desaparece. Archie tiene miedo de que el viejo Georgie llegue a casa y encuentre la casa vacía, o peor aún, que el carnicero local ya haya convertido al viejo Georgie en salchichas. ¡A Archie también le preocupa que las cartas de su padre desde las trincheras, no le lleguen al campo – o que su padre no vuelva a casa en absoluto.
Tendrás que leer el libro para averiguar si son salchichas para el Viejo Georgie, o si el padre de Archie llega a casa! Mientras tanto, aquí tienes algunos datos de la guerra que Archie recopiló mientras creaba su álbum de recortes. Son sorprendentes y verdaderos!
Los tanques fueron desarrollados por los británicos durante la primera guerra mundial
¡Era un trabajo TOP SECRET! Incluso los trabajadores de la fábrica que ensamblaban los vehículos se mantenían en la oscuridad. Se les dijo que estaban haciendo tanques de agua móviles para la guerra del desierto. Los tanques se llamaban originalmente «buques de tierra», pero se cambiaron por «tanques» para confundir al enemigo.
Antes de la guerra, la mayoría de las mujeres se quedaban en casa o trabajaban en el servicio doméstico
Después, cuando un número cada vez mayor de hombres se fue a luchar, las mujeres tuvieron que hacerse cargo de sus trabajos. De repente, las mujeres trabajaban en los autobuses, en las oficinas y en las fábricas, todos los trabajos que habrían sido mal vistos en tiempos de paz. Las mujeres que trabajaban en las fábricas de municiones recibían el apodo de «canarias» porque su piel a veces se volvía amarilla cuando entraban en contacto con los peligrosos productos químicos
Cuando comenzó la guerra, los soldados británicos iban a la batalla sólo con una gorra de tela como protección
Por suerte, en 1915 se introdujeron los cascos Brodie de acero. El ejército alemán los llamaba «Ensaladeras». Eran muy incómodos, pero al menos daban a los soldados algo de protección.
Mucha gente sufrió heridas en la cara durante la primera guerra mundial
Como la cirugía plástica era primitiva, los artistas crearon máscaras de cobre para ocultar las heridas. Las máscaras se sujetaban con gafas y se pintaban para que coincidieran con el tono de piel de cada soldado. Algunas incluso llevaban pestañas hechas de metal rizado.
Las primeras ambulancias motorizadas de la historia se utilizaron durante la primera guerra mundial
Miles de hombres y mujeres se ofrecieron como conductores de ambulancias, ¡incluido el famoso animador Walt Disney!
La aviación era aún muy nueva en 1914, por lo que cuando los alemanes lanzaron bombardeos sobre Londres, lo hicieron desde dirigibles, conocidos como zepelines
Los cañones británicos intentaron derribarlos, pero sus balas apenas causaban daños. En 1917, se inventaron nuevas balas que encendían el gas del interior del zepelín y los destruían. La amenaza de los zepelines había terminado!
Aproximadamente 16.000 objetores de conciencia británicos se negaron a luchar durante la guerra
Algunos trabajaron en empleos civiles, otros fueron enviados a prisión. A muchos se les entregó una pluma blanca en señal de cobardía y para tratar de avergonzarlos para que lucharan.
En 1918 una paloma, Cher Ami, una de las cerca de 100.000 palomas mensajeras utilizadas durante la guerra, consiguió salvar a 500 soldados estadounidenses
A pesar de que los soldados alemanes le dispararon, Cher Ami entregó valientemente un mensaje vital de los soldados que habían quedado aislados tras las líneas enemigas. Perdió un ojo y una pierna, pero los médicos del ejército estadounidense le salvaron la vida y le pusieron una pata de palo. Fue condecorada con la Croix de Guerre por su valentía
Las máscaras antigás eficaces no existían al comienzo de la guerra
La única protección que tenían los soldados contra los ataques de gas era un paño, a menudo un calcetín viejo, empapado en su propia orina.
Debido a la escasez de alimentos, se prohibió a los británicos arrojar arroz en las bodas y alimentar a las palomas
También se les prohibió hablar por teléfono en un idioma extranjero, comprar prismáticos y llamar a un taxi por la noche.
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