Los países en los que se prohíbe beber hasta los 25 años – o se permite a los 13
(CNN) El champán suele fluir cuando se brinda por el año nuevo – pero ¿a qué edad pueden la mayoría de los jóvenes empezar a beber legalmente?
Alrededor del mundo, la edad en la que es legal comprar o que te sirvan la mayoría de los productos alcohólicos varía desde los 13 años en Burkina Faso hasta los 25 en Eritrea.
Aquí tienes un breve vistazo a cómo varía en los distintos países no sólo la edad legal para beber sino la cultura y la crianza en torno al consumo de alcohol.
Edades legales de consumo de alcohol en todo el mundo
En 2016, los límites de edad para el servicio en el local y la compra de alcohol fuera del local no existían en 11 y 24 países, respectivamente, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud.
Por otro lado, «algunos países tienen una prohibición total del alcohol, por lo que no es legal venderlo a nadie», dijo Dag Rekve, investigador del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS en Ginebra, Suiza.
«Con mucho, el grueso de los límites de edad está en torno a los 18 y 20 años, pero hay un número considerable de países que tienen 21», dijo Rekve.
«Así que hay de todo, desde una prohibición total, en la que nadie puede comprar o vender, hasta un rango de límites de edad de 13 a 25 años, y luego hay algunos países que no tienen ningún límite de edad. Es legal vender a cualquiera», dijo.
Sin embargo, en los últimos años, se ha prestado más atención a la cantidad de alcohol que beben los jóvenes, y no necesariamente a la edad a la que se empieza a beber.
Las investigaciones sugieren que cuanto mayor es la riqueza económica de un país, más alcohol se consume y mayor es la prevalencia del consumo episódico de alcohol.
Dónde es mayor y menor el consumo de alcohol entre los adolescentes
El consumo compulsivo o episódico puede medirse como el consumo de al menos 60 gramos o más de alcohol puro en al menos una ocasión en los últimos 30 días. En todo el mundo, alrededor del 16% de los bebedores de 15 años o más realizan un consumo episódico intenso, según la OMS.
«Diez gramos de alcohol es una bebida estándar, lo que equivale aproximadamente a casi una botella de cerveza, una copa de vino o un trago estándar de licor», dijo Rekve. En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades definen una bebida estándar como equivalente a 14 gramos de alcohol puro.
En 2016, el país con el mayor porcentaje de jóvenes de 15 a 19 años que declararon haber bebido mucho en episodios en los últimos 30 días fue Luxemburgo, con un 54%, según la OMS. Le siguieron Guinea Ecuatorial, con un 53,7%, y Lituania, con un 53,2%.
En ningún otro país más de la mitad de los adolescentes de ese grupo de edad declararon haber bebido en exceso en los últimos 30 días.
Los países en los que ningún adolescente de 15 a 19 años declaró haber bebido en exceso en los últimos 30 días fueron Mauritania, Afganistán, Kuwait, Libia, Pakistán, Somalia, Siria y Yemen.
«Europa suele ser realmente alta, tanto para la población adulta como para los jóvenes de 15 a 19 años», dijo Rekve. Más de una quinta parte de la población europea de 15 años o más ha declarado haber bebido en exceso al menos una vez a la semana, según la OMS.
Agregó, sin embargo, que en muchos países europeos se ha producido recientemente un descenso del consumo de alcohol que refleja el número de adolescentes que se abstienen de beber por completo.
Un estudio, publicado en la revista BMC Public Health en octubre, descubrió que el 29% de los jóvenes de 16 a 24 años en Inglaterra no bebían en 2015, frente al 18% en 2005.
Un informe de la OMS publicado en septiembre descubrió que, en 15 países y regiones europeas, más de 1 de cada 5 chicas de 15 años declaraban beber semanalmente en 2002, con la mayor prevalencia en Inglaterra, Escocia, Malta y Dinamarca. Pero en 2014, solo Malta tenía una prevalencia superior al 20%.
Entre los chicos de 15 años, más de 1 de cada 5 declaraba beber semanalmente en 24 países y regiones europeas, con la mayor prevalencia en Malta, Dinamarca, Inglaterra y Gales. Pero en 2014, solo nueve países y regiones tenían una prevalencia superior al 20%, con la mayor prevalencia en Croacia, Malta e Italia, según el informe.
En Estados Unidos, las tasas de consumo compulsivo de alcohol entre los adolescentes también han disminuido.
En 2018, el consumo de alcohol en el último mes fue reportado por el 8,2%, el 18,6% y el 30,2% de los estudiantes de octavo, décimo y duodécimo grado, respectivamente, según un informe llamado Monitoring the Future, publicado por el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan en diciembre.
Esos porcentajes bajaron respecto a 2013, cuando lo declararon el 10,2%, el 25,7% y el 39,2% de los alumnos de octavo, décimo y duodécimo grado, respectivamente, según el informe.
En general, el porcentaje de adolescentes en Estados Unidos que declararon haber consumido alcohol alguna vez bajó hasta un 58% desde su pico en 1994.
«Incluso los padres tienen tolerancia al alcohol y, en muchos casos, incluso proporcionan el alcohol para las fiestas que celebran en su casa, con la sensación de que, ¿qué daño hace dejar que los adolescentes beban cuando están en casa?», dijo la Dra. Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, que financió el informe.
«Así que tenemos una cultura sobre la bebida que está muy aceptada pero que está cambiando lentamente. Creo que los cambios en las actitudes son en parte responsables de por qué estamos viendo los descensos», dijo.
Cómo el consumo excesivo de alcohol puede afectar a la salud de los jóvenes
Los estudios han sido variados, pero algunos investigadores dicen que ninguna cantidad de alcohol es buena para la salud, y que las borracheras pueden dañar el cuerpo y el cerebro, especialmente en una persona joven. Las pruebas sugieren que la exposición excesiva al alcohol puede estar relacionada con el deterioro cerebral y los déficits cognitivos, incluidos los problemas de memoria.
Durante la adolescencia, las neuronas del cerebro están creciendo y fortaleciéndose, y las conexiones se están desarrollando para permitir que el cerebro transmita la información más rápidamente y que el cerebro procese pensamientos más complejos. Las investigaciones sugieren que, durante esta época, se produce un desarrollo en las regiones cerebrales asociadas a la motivación, la impulsividad y la adicción.
En general, el consumo excesivo de alcohol se sitúa como el principal factor de riesgo de una muerte prematura o una discapacidad en los jóvenes de 15 a 49 años de edad, dijo Rekve.
En otras palabras, de todos los factores que podrían elevar el riesgo de muerte o discapacidad -como el consumo de tabaco o la inactividad física-, el consumo excesivo de alcohol fue el principal factor de riesgo a nivel mundial entre ese grupo de edad en 2016, según un estudio publicado en The Lancet en agosto.
El estudio, basado en un análisis de los datos de 195 países y territorios, descubrió que el consumo de alcohol se asociaba con el 3,8% de las muertes en niñas y mujeres de ese grupo de edad y con el 12,2% de las muertes en niños y hombres del mismo grupo de edad.
«Al mismo tiempo, sabemos que casi el 60% de la población mundial no es actualmente bebedora y tiene 15 años o más. Eso significa que puede haber muchos cambios en el futuro a los que debemos estar atentos», dijo Rekve, haciendo referencia a cómo en 2016, el 57% de los hombres y mujeres de todo el mundo declararon haberse abstenido de beber alcohol en los últimos 12 meses.
En septiembre, la OMS lanzó una iniciativa llamada SAFER en un esfuerzo por ayudar a los gobiernos de todo el mundo a reducir los impactos nocivos del consumo excesivo de alcohol.
La iniciativa cuenta con cinco estrategias: promulgar y aplicar políticas relacionadas con el alcohol, impulsar y aplicar medidas para reducir la conducción en estado de embriaguez, facilitar el acceso a intervenciones o tratamientos para los problemas de alcohol, aplicar restricciones en torno a la publicidad del alcohol y estudiar políticas de impuestos y precios del alcohol.
Según la OMS, en muchas partes del mundo, el consumo de bebidas alcohólicas es una parte importante de las reuniones sociales y las celebraciones, pero la moderación sigue siendo la clave.