Músculos voluntarios
¿Qué son los músculos voluntarios?
Los músculos voluntarios, también conocidos como «músculos rojos» o «músculos estriados», son músculos del cuerpo humano cuya contracción está regulada por la actividad voluntaria del cerebro (es decir, controlada por la voluntad del sujeto).
Los músculos voluntarios se dividen en dos categorías: superficiales y profundos. Los músculos superficiales son músculos mímicos, presentes sólo en el cuello y la cabeza. Los músculos profundos, en la otra cabeza, se dividen en músculos esqueléticos (que mueven los huesos bajo el control consciente) y músculos unidos a otros órganos (o a órganos como los ojos y los oídos/la lengua y la faringe). Cada una de las fibras musculares que componen el músculo voluntario está conectada a una terminación nerviosa que recibe órdenes del cerebro; éste a través de la liberación de un neurotransmisor, que a su vez desencadena una serie de reacciones químicas. Así, es capaz de provocar estímulos nerviosos que, transmitidos por las fibras nerviosas motoras, inducen la contracción del músculo.
Los músculos voluntarios pueden clasificarse según sus nodos de acción. Se conocen como músculos agonistas aquellos que realizan un movimiento creando una contracción conjunta, mientras que los músculos antagonistas son aquellos que se oponen a la acción de otro músculo. Incluyen:
- Flexores: músculos que se contraen y provocan el cierre de una articulación
- Extensores: músculos que se contraen y provocan la apertura de una articulación
Los músculos abductores son músculos cuya contracción aleja un miembro de la línea media del cuerpo, o de otra parte; mientras que los músculos aductores son músculos cuya contracción mueve un miembro hacia la línea media del cuerpo, o hacia otra parte. Los músculos sinérgicos son dos músculos que realizan la misma acción. Los músculos voluntarios también pueden clasificarse en función de su forma, así como de las zonas del cuerpo donde se encuentran (bíceps, tríceps y cuádriceps).
Cuando están en reposo, los músculos nunca están totalmente relajados. En condiciones fisiológicas, se caracterizan por una tensión moderada y constante conocida como tono muscular o tono postural. Una condición conocida como hipotonía (tono muscular por debajo de lo normal) suele ser causada debido a la reducción de los niveles de potasio en la sangre, mientras que la hipertonía (tono muscular excesivo en reposo) es una condición que suele ser causada por la reducción de los niveles de calcio en el cuerpo.
Las enfermedades que afectan a los músculos y/o a su control nervioso incluyen las enfermedades neuromusculares. Los problemas pueden llevar a la espasticidad o a la parálisis, dependiendo de la localización y la gravedad de la condición del individuo. Asimismo, un gran número de trastornos neurológicos pueden provocar problemas relacionados con el movimiento o la coordinación motora. Buscar la forma más adecuada de tratamiento es esencial para evitar que surjan más complicaciones.
¿Qué función cumplen los músculos voluntarios?
La función principal del sistema muscular es el movimiento. Los músculos son el único tejido del cuerpo que tiene la capacidad de contraerse y, por tanto, de mover las demás partes del cuerpo. También realizan diferentes funciones como: permitir que el cuerpo mantenga la postura y la posición del cuerpo (posiciones de sentado o de pie), estabilizar y fortalecer las articulaciones, así como producir calor para mantener la temperatura normal del cuerpo. Tanto si se trata de una expresión facial como de un movimiento de la mano, la lengua o el dedo, la función principal de los músculos voluntarios es siempre la misma: permitir al sujeto realizar movimientos musculares controlados por su propia voluntad.