La melaza, también llamada melaza, es el jarabe que queda después de la cristalización del azúcar del jugo de la caña o de la remolacha. El jarabe de melaza se separa de los cristales de azúcar mediante centrifugación. La melaza se separa de los cristales de azúcar repetidamente durante el proceso de fabricación, lo que da lugar a varios grados diferentes de melaza; la obtenida en la primera extracción contiene más azúcar, tiene un sabor más dulce y un color más claro que la obtenida en la segunda o tercera extracciones. La tercera y última extracción da lugar a la melaza negra, un producto pesado, viscoso y de color oscuro al que se le ha quitado todo el azúcar que puede separarse prácticamente por cristalización ordinaria.