No hay pruebas de que el «calentamiento global» haya sido rebautizado como «cambio climático»
La negación del cambio climático es un objetivo en movimiento. En el pasado, consistía en una negación total de cualquier evidencia científica de que el mundo se estaba calentando. Más recientemente, ha evolucionado hacia una mezcla creativa de estrategias. En la actualidad, los negacionistas suelen contradecir una parte de la base científica del cambio climático, mientras culpan del resto -algo completamente innegable, incluso para ellos- a los países en desarrollo, en particular a India y China.
En las últimas semanas, ha surgido una nueva figura: Naomi Seibt. Seibt, la llamada anti-Greta Thunberg, una joven de 19 años de Münster (Alemania), ganó rápidamente la atención de los medios de comunicación por su llamamiento al «realismo climático», afirmando que la ciencia del cambio climático realmente no es ciencia en absoluto, y que por esta razón, no hay necesidad de entrar en pánico. La joven activista captó de inmediato la atención de la animada escena negacionista estadounidense y fue -apenas unos meses después de publicar su primer vídeo en YouTube- invitada a hablar en la Conferencia de Acción Política Conservadora 2020 (CPAC), de alto nivel, y convertida en miembro del Instituto Heartland, un thinktank conocido por sus vínculos con la industria de los combustibles fósiles.
Como académico que investiga las estrategias de desinformación sobre el clima, su repentina aparición me pareció muy interesante. Revisando los discursos de Seibst disponibles en Internet, tuve la oportunidad de analizar su propio estilo de negación, encontrando una serie de argumentos «escépticos» clichés que han sido repetidamente desacreditados en el pasado.
Lo más interesante, quizás, fue el uso que hizo de un argumento recurrente sobre el supuesto «rebrote histórico» del cambio climático. La teoría es la siguiente: en el pasado, todo el mundo utilizaba el término calentamiento global para describir este fenómeno, pero al ver que el planeta, de hecho, no se calentaba, el calentamiento global fue «rebautizado» como cambio climático en un sofisticado encubrimiento.
Esta hipótesis es claramente errónea, ya que la Tierra se está calentando inequívocamente. A pesar de ello, la idea parece estar muy extendida en el panorama negacionista: por poner un ejemplo destacado, Donald Trump la tuiteó más de 20 veces en los dos años anteriores a su llegada a la presidencia.
Entonces, ¿hubo realmente una conspiración para renombrar el cambio climático?
Incluso los negacionistas usaron ‘cambio climático’
Para averiguar si hay algo de cierto en la «teoría del renombramiento», analicé 30 años (1990-2019) de datos que contenían los términos calentamiento global y cambio climático de cinco fuentes: los repositorios de literatura académica Scopus y Web of Science, los periódicos británicos The Times y The Guardian, y los artículos publicados por el propio Instituto Heartland.
Esta mezcla de fuentes proporciona una buena visión de cómo se han utilizado ambos términos a lo largo del tiempo. Si la teoría es cierta, cabría esperar que el uso de calentamiento global fuera el dominante en el pasado, para luego ser sustituido lentamente por el de cambio climático. Veamos lo que dicen los datos.
En primer lugar, la literatura académica siempre ha preferido el término más amplio de cambio climático, y no hay ningún momento en el que los artículos que mencionan el calentamiento global superen a los que mencionan el cambio climático en Scopus y Web of Science. Sin embargo, la brecha entre ambos términos aumenta significativamente tras la entrada en vigor del Protocolo de Kioto en 2005, un año decisivo para la gobernanza del clima.
Por otro lado, los periódicos se comportaron de forma algo diferente. Tanto en The Guardian como en The Times, el cambio climático es generalmente el término más común, pero los dos se utilizan indistintamente hasta 2005, cuando de nuevo vemos un punto de ruptura. A pesar de ello, el cambio climático se utilizaba mucho antes de cualquier posible cambio de marca.
Pero los resultados más interesantes provienen de los datos del Instituto Heartland. De hecho, el thinktank utilizó los dos términos con aproximadamente la misma frecuencia hasta 2013, cuando finalmente vemos una disociación, ya que el uso de calentamiento global cayó mientras que el uso de cambio climático se mantuvo constante.
Esto demuestra que «calentamiento global» fue ampliamente utilizado por los negacionistas del cambio climático durante este período de 30 años. Quizás esto se deba a que la frase es relativamente específica, lo que les permitió contrastarla con argumentos simples como decir que el planeta no puede estar calentándose ya que hace frío afuera.
Términos diferentes, mismo problema
Mirando los datos, es seguro decir que no hubo un cambio de marca histórico del cambio climático, ya que el calentamiento global nunca fue el término más utilizado en primer lugar. Más bien, es evidente cómo, a lo largo del tiempo, los periódicos y los académicos utilizaron frases diferentes para representar el mismo fenómeno, ya que los periódicos tendieron a utilizar el calentamiento global con mucha frecuencia hasta 2005, mientras que este término nunca fue común en la literatura científica.
Los negacionistas del cambio climático son conocidos por tergiversar a menudo hechos inocuos y utilizarlos en su beneficio, y este caso no fue una excepción: una simple evolución del lenguaje se transformó en una teoría conspirativa sin fundamento. Aunque esta última era fácil de desmentir mirando los datos, este tipo de argumentos son peligrosas cortinas de humo, diseñadas para desviar el foco del debate de la necesidad de tomar medidas decisivas para mitigar y adaptarse al cambio climático. Sea cual sea el nombre que le demos, el cambio climático está ocurriendo y exige una acción urgente.
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