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Mucha gente ha oído que no está bien comer carne cruda (como el sushi) cuando se está embarazada, porque podría albergar bacterias o parásitos que normalmente se eliminarían al cocinarlos. Pero no está tan claro por qué hay que tener cuidado con la carne del almuerzo o la charcutería.
El pavo, el pollo o el jamón que se compra en la charcutería suelen estar precocinados. Pero mientras está ahí en la caja, podría tener bacterias por su manipulación.
La principal preocupación es la Listeria. Aunque las probabilidades de infectarse con esta bacteria son bajas y lo normal es que sólo tenga síntomas parecidos a los de la gripe, las consecuencias para su bebé podrían ser mucho peores, incluso nacer muerto.
Pero la buena noticia para los que tienen antojos de sándwiches es que lo único que tienen que hacer es volver a cocinar la carne. Prepare un sándwich de mortadela frita o de jamón y queso a la parrilla. Sólo hay que calentar la carne. Tiene que estar humeante, o a 165 grados F. Si se tuesta el sándwich, también está bien.
Lo mismo ocurre con los perritos calientes, las salchichas y otros embutidos como el salami y el jamón serrano. Es la Listeria lo que debe preocuparte si los comes fríos o a temperatura ambiente. Mételo en el microondas durante un minuto, teniendo cuidado de meter también en el microondas cualquier plato en el que lo pongas. O puedes cocinarlos en una sartén hasta que lleguen a los 165 grados.

Melissa Kitzman, enfermera-partera certificada

Clínicas Fairview – Bloomington, Oxboro
Centro Fairview para la Mujer – Edina

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