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Ojo seco: Una de las principales causas de la sensibilidad a la luz

La sequedad ocular y la enfermedad del ojo seco son una condición común que afecta potencialmente hasta un tercio de la población mundial y puede ser aún más prominente con la edad.1 Por supuesto, los síntomas más prevalentes se sienten en y alrededor de los ojos, tales como: ardor ocular, fatiga ocular, escozor, enrojecimiento y sequedad. Además, la fotofobia o sensibilidad dolorosa a la luz es otro efecto secundario frecuente asociado al ojo seco, y en muchos casos la exposición a la luz también puede provocar síntomas de la enfermedad. Estas son las formas en que los pacientes experimentan y reciben el impacto de la sensibilidad a la luz.

Prevalencia del ojo seco y la sensibilidad a la luz

Se ha informado de que la sequedad ocular es una de las principales causas de sensibilidad a la luz. De hecho, un estudio demostró que tres de cada cuatro individuos con ojo seco también reportaron esta aversión extrema a la luz. Curiosamente, las mujeres son más propensas a padecer este síntoma que los hombres.2,3 Y puede incluso persistir mucho tiempo después de que los ojos secos hayan desaparecido, como por ejemplo a través del desarrollo de dolor neuropático corneal -que se refiere a reacciones oculares dolorosas a estímulos que normalmente no causan dolor- o debido a alguna otra patología.

Desgraciadamente, esto significa que la exposición a la luz también puede ser un desencadenante fiable de los síntomas del ojo seco. Aunque hay pruebas contradictorias sobre los desencadenantes específicos relacionados con la luz,4 pueden incluir:

  • Luz fluorescente
  • Pantallas de ordenador y de dispositivos
  • Ver la televisión
  • Luz solar brillante
  • Luces intermitentes o parpadeantes
  • Otras fuentes con altas cantidades de luz azul
  • No es de extrañar, estos pueden verse agravados por otros factores ambientales, como la baja humedad, las condiciones de viento fuerte o incluso los espacios con aire acondicionado. Muchos pacientes con ojo seco también tienen un umbral de dolor reducido, lo que no hace más que aumentar la intensidad de sus síntomas, incluida la sensibilidad a la luz.

    Por qué la sensibilidad a la luz acompaña al ojo seco

    Los investigadores médicos no comprenden con exactitud por qué se produce la fotofobia en los pacientes con ojo seco, pero algunos han sugerido que tiene su origen en la inflamación del nervio trigémino cerca de la córnea.5 La sensibilización central en el sistema nervioso también puede ser la culpable, así como los procesos más tradicionales que subyacen a la fotofobia -en particular, la activación de las células fotosensibles en el ojo que se sabe que transmiten la luz al cerebro.1

    Además, la enfermedad del ojo seco a menudo se manifiesta con otras afecciones, como la migraña o la lesión cerebral traumática, que pueden complicar y contribuir a la sensibilidad a la luz experimentada por tantos. A continuación exploramos las comorbilidades más probables que pueden conducir a la sensibilidad a la luz relacionada con el ojo seco.

    Migraña

    Las personas con migraña tienen numerosos síntomas visuales asociados a sus ataques, incluyendo niveles más altos de sensibilidad a la luz y síntomas similares a los del ojo seco. Hasta el 90% de las personas que padecen migraña tienen fotofobia y casi el 50% muestra signos de sequedad ocular, lo que es significativamente elevado con respecto a la población general.6 Esto, lamentablemente, puede repercutir negativamente en la frecuencia de las migrañas, la gravedad de los síntomas y la discapacidad declarada.

    Lectura relacionada: Migraña y ojo seco ➜

    Lesión cerebral traumática

    Los efectos de la lesión cerebral traumática (LCT) pueden ser amplios, sin embargo la enfermedad del ojo seco parece ser un problema común. Y los veteranos con una LCT pueden correr un riesgo especial, ya que al 37% también se le ha diagnosticado el trastorno ocular. Los antecedentes de una lesión cerebral previa también se asociaron con un aumento de la frecuencia de dolor ocular y de otro tipo.7 Asimismo, la sensibilidad dolorosa a la luz es un subproducto de estos dos problemas y puede agravarse cuando ambos están presentes.

    Lectura relacionada: LCT y ojo seco ➜

    Síndrome de Sjogren

    Las personas que padecen la enfermedad autoinmune, síndrome de Sjogren, presentan sequedad ocular severa de forma precoz y frecuente; además, hasta dos tercios de los pacientes deben lidiar también con problemas neurológicos como fotofobia, dolores de cabeza y/o ataques de migraña.8 Dado que el síndrome de Sjogren provoca sequedad de las glándulas y membranas de los ojos, la sequedad ocular es el síntoma más reconocido de la enfermedad y, por tanto, aumenta el riesgo de intolerancia a la luz brillante.

    Lectura relacionada: ¿Qué es el síndrome de Sjogren? ➜

    El impacto de la sensibilidad a la luz por el ojo seco

    El impacto de la enfermedad del ojo seco unido a una prominente sensibilidad a la luz puede ser profundo. Lamentablemente, los pacientes con ambos problemas son más propensos a tener otros síntomas graves que persisten por más tiempo. En general, la alteración de la visión y la menor tolerancia al dolor también son características del ojo seco, que pueden contribuir a las consecuencias emocionales y reducir significativamente la calidad de vida.1,9 La fotofobia también puede provocar una carga física y emocional importante, especialmente cuando las conductas de aversión provocan aislamiento social, depresión y/o ansiedad.

    Lo más lamentable es que esta hipersensibilidad a los estímulos luminosos puede reducir la eficacia de los remedios tradicionales para el ojo seco, como las lágrimas artificiales.1

    Remedios para la sensibilidad a la luz del ojo seco

    En un post anterior hemos hablado de algunos de los mejores remedios para el ojo seco, pero queremos compartir algunos consejos para mejorar específicamente la sensibilidad a la luz asociada a la sequedad ocular.

    Identificar las condiciones comórbidas

    Su médico puede evaluar la totalidad de sus síntomas para determinar si tiene alguna de las condiciones médicas frecuentemente co-ocurrentes que se discutieron anteriormente. Esto puede ayudar a abrir la puerta a nuevos métodos de tratamiento, particularmente si su sensibilidad a la luz es resistente a los remedios específicos para el ojo seco.

    No use gafas de sol en interiores

    Los profesionales han advertido repetidamente contra el uso de gafas de sol en interiores porque puede empeorar su fotofobia cuanto más tiempo las use. Lo mismo ocurre con la evitación prolongada de la luz a través de medios conductuales (como faltar constantemente a las obligaciones sociales debido a la preocupación por la iluminación), que también puede contribuir al desarrollo de los síntomas emocionales.

    Pruebe las gafas para la sensibilidad a la luz en interiores

    Las gafas especiales para la sensibilidad a la luz, que pueden estar tintadas para su uso en interiores, son una alternativa mucho mejor que las gafas de sol normales; no sólo son más ligeras (y, por tanto, no corren el riesgo de adaptarse a la oscuridad), sino que filtran longitudes de onda específicas de luz azul que pueden empeorar la fotofobia causada por el ojo seco. Los pacientes también informan de que estas gafas les dan la libertad de estar a la luz y participar en actividades importantes.

    Opioides como último recurso

    Medidas más extremas, como la inyección directa de opioides en una parte del sistema nervioso conocida como ganglio cervical superior pueden reducir el dolor ocular y la sensibilidad a la luz en individuos con una producción de lágrimas disminuida.10 Generalmente, esta opción se consideraría sólo si otros numerosos enfoques físicos y conductuales fallaran Y si el dolor se considerara grave e implacable. También es importante tener en cuenta que la evidencia aquí es pequeña y que puede haber otras consecuencias negativas para las terapias basadas en opioides, por lo que siempre es mejor consultar con su médico sobre los riesgos.

    Más consejos para reducir la sensibilidad a la luz ➜

    1Messmer EM. Fisiopatología, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad del ojo seco. Deutsches Ärzteblatt International. 2015;112(5):71-82. doi:10.3238/arztebl.2015.0071.

    2Galor A, Levitt RC, Felix ER, Sarantopoulos CD. Qué puede decirnos la fotofobia sobre el ojo seco? Revisión de expertos en oftalmología. 2016;11(5):321-324. doi:10.1080/17469899.2016.1222905.

    3Vehof J, Sillevis Smitt-Kamminga N, Nibourg SA, Hammond CJ. Diferencias de sexo en las características clínicas de la enfermedad del ojo seco. Ocul Surf. 2018 Abr;16(2):242-248. doi: 10.1016/j.jtos.2018.01.001. Epub 2018 Jan 6.

    4Iyer JV, Lee S-Y, Tong L. The Dry Eye Disease Activity Log Study. The Scientific World Journal. 2012;2012:589875. doi:10.1100/2012/589875.

    5Digre KB, Brennan KC. Arrojando luz sobre la fotofobia. Journal of neuro-ophthalmology : la revista oficial de la North American Neuro-Ophthalmology Society. 2012;32(1):68-81. doi:10.1097/WNO.0b013e3182474548.

    6Wong M, Dodd MM, Masiowski P, Sharma V. Osmolaridad lagrimal y síntomas subjetivos de ojo seco en personas con migraña. Can J Ophthalmol. 2017 Oct;52(5):513-518. doi: 10.1016/j.jcjo.2017.02.019. Epub 2017 May 26.

    7Lee CJ, Felix ER, Levitt RC, et al. Lesión cerebral traumática, ojo seco y diagnósticos de dolor comórbido en veteranos de Estados Unidos. British Journal of Ophthalmology Published Online First: 26 August 2017. doi: 10.1136/bjophthalmol-2017-310509.

    8Morreale M, Marchione P, Giacomini P, et al. Implicación neurológica en el síndrome de Sjögren primario: A Focus on Central Nervous System. Hu D, ed. PLoS ONE. 2014;9(1):e84605. doi:10.1371/journal.pone.0084605.

    9Vehof J, Kozareva D, Hysi PG, Harris J, Nessa A, Williams FK, Bennett DL, McMahon SB, Fahy SJ, Direk K, Spector TD, Hammond CJ. Relationship between dry eye symptoms and pain sensitivity. JAMA Ophthalmol. 2013 Oct;131(10):1304-8. Doi: 10.1001/jamaophthalmol.2013.4399.

    10Fine PG, Digre KB. Un ensayo controlado de simpatolisis regional en el tratamiento del síndrome de foto-oculodinia. J Neuroophthalmol. 1995 Jun;15(2):90-4.

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