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Osmolaridad plasmática

EditorioHumano

El rango de referencia humano normal de la osmolaridad en el plasma es de unos 275-299 mili-osmoles por kilogramo.

Edición no humana

La osmolaridad del plasma de algunos reptiles, especialmente los que proceden de un entorno acuático de agua dulce, puede ser inferior a la de los mamíferos (por ejemplo, < 260 mOsm/L) en condiciones favorables. En consecuencia, las soluciones osmóticamente equilibradas para los mamíferos (por ejemplo, solución salina normal al 0,9%) son probablemente ligeramente hipertónicas para estos animales. Muchas especies áridas de reptiles y especies uricotélicas hibernantes permiten grandes elevaciones de la osmolaridad plasmática (por ejemplo, > 400 mOsm/L) que podrían ser fatales para algunos mamíferos.

Relevancia clínicaEditar

Como las membranas celulares en general son libremente permeables al agua, la osmolalidad del líquido extracelular (LEC) es aproximadamente igual a la del líquido intracelular (LIC). Por lo tanto, la osmolalidad del plasma es una guía de la osmolalidad intracelular. Esto es importante, ya que muestra que los cambios en la osmolalidad del LEC tienen un gran efecto en la osmolalidad del LCI, cambios que pueden causar problemas en el funcionamiento y el volumen normal de las células. Si el LEC se volviera demasiado hipotónico, el agua llenaría fácilmente las células circundantes, aumentando su volumen y potencialmente lisándolas (citolisis). Muchos venenos, medicamentos y enfermedades afectan al equilibrio entre el ICF y el ECF, afectando a las células individuales y a la homeostasis en su conjunto.

La osmolalidad de la sangre aumenta con la deshidratación y disminuye con la sobrehidratación. En las personas normales, el aumento de la osmolalidad en la sangre estimulará la secreción de la hormona antidiurética (ADH). Esto provocará un aumento de la reabsorción de agua, una orina más concentrada y un plasma sanguíneo menos concentrado. Una osmolalidad sérica baja suprimirá la liberación de ADH, lo que dará lugar a una menor reabsorción de agua y a un plasma más concentrado.

El síndrome de secreción inapropiada de ADH se produce cuando la liberación excesiva de la hormona antidiurética da lugar a una osmolalidad urinaria inapropiadamente elevada (>100 mOsmol/L) en relación con el plasma sanguíneo, lo que da lugar a hiponatremia. Esta secreción de ADH puede producirse en cantidades excesivas a partir de la glándula pituitaria posterior, o de fuentes ectópicas como el carcinoma de células pequeñas de pulmón.

La elevación puede estar asociada a la mortalidad por accidente cerebrovascular.

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