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Comentario

La migraña retiniana (también conocida como migraña oftálmica, migraña de la vía visual anterior o migraña ocular) provoca una pérdida visual monocular de 10 a 20 minutos que puede asociarse a una cefalea difusa o unilateral.1 Las personas que sufren migrañas oculares suelen tener antecedentes de una de las formas más convencionales de migraña, y el ejercicio puede precipitar los ataques.2 Se cree que el vasoespasmo de la circulación retiniana o de la arteria oftálmica es la causa de la amaurosis de la migraña ocular.1-5 La neuropatía óptica isquémica6 y los escotomas arcuados permanentes3 pueden producirse después de la migraña ocular y se han notificado oclusiones vasculares de la retina junto con la migraña cerebral7 y ocular.5,8

El vasoespasmo retiniano puede estar asociado a enfermedades sistémicas subyacentes como el LES5 y el síndrome antifosfolípido.5,9 En pacientes de edad avanzada puede estar asociado a la arteritis de células gigantes, la poliarteritis nodosa y la vasculitis eosinofílica.1 Otras anomalías hematológicas asociadas incluyen niveles bajos de proteína C y S y anticuerpos antinucleares positivos.5

Durante los episodios puede demostrarse un defecto pupilar aferente relativo.4,10 Se ha informado de que las arteriolas de la retina se constriñen,1 y la fóvea puede volverse más definida1 con una palidez de la retina macular circundante4 Los discos ópticos pueden estar pálidos1,2,5 al principio e hiperémicos después.4,7 Se ha informado de una constricción aislada temprana de las venas,1,10 que puede ser segmentaria,1 así como de una constricción simultánea de arteriolas y venas.2 Se ha observado una congestión posterior de las venas de la retina algunas horas después de un ataque.7 Los defectos del haz de fibras nerviosas pueden ser a veces un hallazgo tardío.3

Nuestro caso demuestra fotográficamente la vasoconstricción arterial de la migraña retiniana (fig. 11),), que se produjo en ausencia de una causa precipitante como el ejercicio y en ausencia de un aura o cefalea migrañosa.

Los estudios de Doppler han revelado el cese del flujo arterial retiniano durante un episodio de migraña retiniana inducido por el ejercicio.2 Un paciente de 48 años con cefalea en racimos que se sometió a una angiografía con fluoresceína durante un ataque de migraña ocular demostró un estrechamiento de las venas retinianas y un retraso en el llenado de las arterias retinianas durante el episodio, con un llenado coroideo normal.10 La mayoría de las fotografías publicadas anteriormente han mostrado cambios venosos, retinianos y discales en una fase tardía del ataque, lo que quizás refleja que la vasoconstricción arterial se produce de forma temprana durante los ataques y no se suele fotografiar.2,4,10,11 Alternativamente, puede haber un espectro de gravedad de las manifestaciones de la migraña retiniana, que en los casos graves puede dar lugar a una zona macular pálida transitoria con mancha roja de cereza.

Cuando se considera necesario, los tratamientos eficaces incluyen propranolol,10 verapamilo,5 y nifedipino.2,5 Puede probarse la aspirina o el nifedipino profilácticos para prevenir los ataques inducidos por el ejercicio,2 y el nitrato de amilo inhalado puede utilizarse al principio de un ataque para intentar inducir su resolución.4

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