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¿Por qué sigo teniendo mal aliento después de cepillarme?

¿Tu aliento huele fatal por mucho que te cepilles los dientes?

Todos hemos experimentado los desagradables efectos del mal aliento en algún momento. También conocido como halitosis, el mal aliento puede ser vergonzoso y puede hacer que evitemos hablar con los demás. Normalmente, la primera línea de defensa contra el mal aliento es tu fiel cepillo de dientes; se recomienda cepillarse los dientes al menos dos veces al día para mantener la boca limpia y el aliento fresco. Pero, ¿qué ocurre si te has cepillado los dientes y el problema persiste?

Hay varias cosas diferentes que podrían causar el mal aliento después del cepillado. En este artículo, el Dr. Karmazin compartirá seis posibles razones por las que estás experimentando esa sensación de «no tan fresco» incluso después del cepillado, así como algunas formas de resolver el problema.

6 posibles causas del mal aliento

Boca seca

Como las bacterias se acumulan en tu boca, la falta de saliva podría contribuir al mal aliento. La sequedad de la boca podría ser causada por no beber suficiente agua a lo largo del día o por ciertas condiciones médicas o medicamentos. Si sospecha que su mal aliento puede ser el resultado de la sequedad bucal, haga un esfuerzo por beber más agua a lo largo del día y hable con su dentista o médico si persiste.

Alimentación

Los olores de ciertos alimentos y bebidas, como la cebolla, el ajo y el café, tienden a persistir incluso después de un cepillado exhaustivo.

Cavidades

Las caries, las enfermedades de las encías y otras afecciones bucodentales pueden causar mal aliento.

Afecciones médicas

Las infecciones de los senos nasales, la faringitis estreptocócica, el reflujo ácido y otros problemas sistémicos podrían ser la causa subyacente de un aliento desagradable de larga duración. La boca ha sido descrita acertadamente como la «puerta de entrada al cuerpo», así que si cree que su halitosis está causada por un problema de salud, visite a su médico y exprese sus preocupaciones.

Enjuague bucal

Sé lo que está pensando: «Espera, ¿no se supone que el enjuague bucal ayuda al mal aliento?». Mucha gente no sabe que el alcohol, incluyendo el tipo que se encuentra en el enjuague bucal a base de alcohol, seca su boca, lo que lleva al mal aliento. Para evitar la sequedad de la boca, elija un enjuague bucal sin alcohol para obtener un frescor mentolado más duradero.

Fumar y productos del tabaco

Si fuma o consume productos del tabaco, es muy probable que el cepillado por sí solo no enmascare el mal aliento resultante. Hay muchas buenas razones para dejar el hábito; ésta es sólo una más.

Cómo solucionar el mal aliento

Independientemente de la causa raíz de tu mal aliento, hay hábitos saludables que puedes desarrollar para intentar combatirlo. Cepillarse los dientes al menos dos veces al día durante dos minutos es el primer paso. Pero, ¿qué más puedes hacer si el mal aliento persiste después del cepillado?

Usa el hilo dental a diario: El uso del hilo dental eliminará las partículas de comida que se pierden con el cepillado solamente, ayudando a reducir el riesgo de crecimiento de las bacterias que causan el mal olor.

Bebe mucha agua: Beber agua a lo largo del día ayuda a eliminar los restos de comida y las bacterias. También puede ayudar con la sequedad crónica de la boca, otro culpable del mal aliento.

Masticar chicle sin azúcar: Masticar chicle estimula la saliva, lo que ayuda a mantener la boca hidratada y puede minimizar el mal aliento.

Come alimentos que limpien los dientes: Ciertas frutas y verduras crujientes, como las manzanas, el apio y otras, pueden ayudar a limpiar los dientes. De hecho, el apio ha sido llamado «¡el hilo dental de la naturaleza!»

Limpia tu lengua: Si todavía experimentas mal aliento después de cepillarte los dientes, podría haber residuos de comida en tu lengua. Pruebe un raspador de lengua (una herramienta económica que se encuentra en las farmacias) o intente cepillarse la lengua con el cepillo de dientes para solucionar este problema y evitar la acumulación de bacterias.

Deje de fumar: Si necesita ayuda para dejar de fumar, los CDC ofrecen recursos útiles, incluyendo los pasos para hacer un «plan para dejar de fumar», formas de manejar sus antojos y más.

Visite a su dentista regularmente: Si tiene un aliento ofensivo crónico, su dentista puede ser capaz de discernir la raíz del problema. Las limpiezas higiénicas regulares también ayudarán a eliminar más bacterias causantes del mal olor que los cuidados caseros por sí solos. El dentista y el higienista también pueden detectar zonas a las que no se puede llegar sólo con el cepillado. Si este es el caso, pueden recomendar mejores técnicas de uso del hilo dental o incluso sellantes para ayudar a prevenir la caries.

Su dentista puede ayudarle a identificar y solucionar la causa raíz de su mal aliento.

El cuidado dental constante en casa, incluyendo el cepillado y el uso del hilo dental, es una de sus primeras líneas de defensa contra el aliento apestoso. Sin embargo, si el problema persiste a pesar de sus esfuerzos, hable con un profesional de la odontología para identificar y resolver la causa. Su dentista puede ayudarle a sentirse seguro de sonreír y hablar con confianza sin temor al mal aliento!

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