Puerta de la Misericordia
El 8 de diciembre de 1984, solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, se puso la primera piedra de la construcción de este espacio sagrado para los peregrinos. Al otro lado del patio, se construía una capilla al aire libre, anclada por un campanario de 80 pies. Dentro de los muros de la capilla se instaló una inspiradora obra de bronce de 12 pies, titulada «Madre & Niño», encargada al célebre escultor Jerzy Kenar.
El 22 de agosto de 1990, fecha de la conmemoración de la Reina de la Santísima Virgen María, se inició la construcción de la iglesia principal. «Queremos que este Santuario sea un templo», ofreció el obispo Norbert Dorsey, «un lugar sagrado para dar gloria a Dios y honor a nuestra madre».
La nueva iglesia fue consagrada el 22 de agosto de 1993. El Cardenal Pío Laghi trajo la bendición del Papa Juan Pablo II a esta casa de peregrinación.
Los visitantes contemplan la escultura característica del Santuario, «María, Reina del Universo». Al recibir el encargo de crear una obra definitoria que representara a María, como Reina, la aclamada escultora Jill Burkee vio como su tarea: «insuflar vida al rico mármol blanco, evocando una nueva imagen del gran amor del mundo, el modelo de humildad, la sencilla muchacha de Nazaret.»
El 3 de junio de 2009, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos remitió el Decreto por el que se concedía el título de Basílica Menor al Santuario Nacional de María, Reina del Universo y se otorgaba un nuevo reconocimiento papal al destacado ministerio del Santuario para los peregrinos de todo el mundo.