¿Qué es el TDAH inatento?
TDAH son las siglas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y para ser diagnosticado efectivamente, su hijo necesita tener uno de estos tres elementos. Al añadir «inatento» a la mezcla significa que su hijo también puede tener problemas de concentración y de atención a los detalles.
Es posible que pueda identificar a este niño con facilidad, ya que es inquieto, no puede quedarse quieto y tiene altos niveles de energía. Sin embargo, el TDAH inatento no es un tipo de TDAH. Es sólo una forma más específica de describir los síntomas de un individuo.
Un niño con TDAH no es deliberadamente travieso, y su incapacidad para ser un buen estudiante o comportarse adecuadamente puede estresarlo también. También puede aplicarse a los adultos no diagnosticados, que en su vida laboral, pueden parecer empleados descuidados e ineficientes.
Si su hijo tiene TDAH, también puede ser diagnosticado como «inatento» si muestra al menos seis de estos nueve síntomas:
- Incapacidad para prestar mucha atención a las cosas o cometer regularmente errores por descuido en las tareas asignadas
- Dificultad para mantenerse concentrado en las tareas o actividades
- Parece no escuchar cuando se le habla
- Parece incapaz de completar las tareas o deberes según las instrucciones
- Dificultad para organizar las tareas y gestionar el tiempo
- Tratar de evitar o no gustar de las tareas que requieren más tiempo para completarlas o pensar en ellas
- Perder los objetos que se necesitan
- Distraerse con facilidad
- Olvidarse
La prevalencia del TDAH se ha duplicado con creces en los últimos diez años, sobre todo debido a una mayor concienciación y reconocimiento. Además, muchas personas con TDAH muestran también síntomas de otras condiciones conductuales/psiquiátricas que complican el cuadro clínico. Como los problemas de aprendizaje, la ansiedad y los trastornos de conducta disruptiva
Para diagnosticarlo correctamente, es necesario hacer un seguimiento de los niños durante seis meses, ya que no es raro que un niño tenga altos niveles de energía. Pueden mostrar algunos de los síntomas mencionados anteriormente, pero para que podamos diagnosticarlo con precisión, los rasgos tendrían que estar en el lado extremo y causar problemas en la vida cotidiana. Los síntomas también tendrían que presentarse con frecuencia durante más de seis meses. Para ello, puede incluirse una evaluación exhaustiva que implique reunirse, tanto con los padres como con el niño, y tomar un historial detallado del nacimiento, del desarrollo, médico, social y escolar. También pueden ser beneficiosas las listas de comprobación del comportamiento en el hogar y en la escuela. En CCH, miramos todos los aspectos, y podemos reunirnos con los profesores, cuidadores, y cualquiera que esté involucrado con el niño para dar un diagnóstico preciso.
Vemos regularmente cómo el TDAH puede causar problemas emocionales, sociales y educativos significativos con los niños. Con la ayuda de las intervenciones oportunas y específicas de CCH, la mayoría de los niños con TDAH aprenden a lidiar con su trastorno de manera efectiva a medida que crecen. Sabemos que cuando el TDAH se diagnostica y se trata a tiempo, la condición puede ser manejada efectivamente para que los niños con TDAH crezcan y tengan vidas productivas, exitosas y satisfactorias.