Articles

Queso de cabra

Queso de cabra

A menudo llamado por su nombre en francés, Chèvre, que significa cabra, este tipo de queso se presenta en muchos sabores y texturas diferentes: de desmenuzable a cremoso, de joven a maduro, de suave a picante. Es un queso versátil, que puede ser blanco, recubierto de ceniza o hierbas, o envuelto en hojas de parra. Su carácter distintivo procede del ácido cáprico (por la palabra latina capra, que significa «cabra»), un ácido graso sabroso que favorece el desarrollo de las bacterias intestinales buenas en los seres humanos y que se vende como producto alimenticio saludable. Gracias a su contenido relativamente bajo en lactosa, los quesos tanto de cabra como de oveja son excelentes opciones para las personas con intolerancia a la lactosa.

Un clásico versátil y lleno de sabor

Los sabores son agrios, con una textura suave y casi untable. Sin complejos, el queso de cabra es intenso en su juventud, aportando matices terrosos y picantes que barren bruscamente el paladar. Dejarlo reposar significa permitir que los sabores se asienten y se limpien, proporcionando muchas oportunidades para que otros maridajes destaquen. A medida que envejece, el cuerpo se vuelve firme sin endurecerse. La consistencia se vuelve desmenuzable, mientras que los sabores se vuelven cremosos, con toques de avellana y hierbas secas que señalan gradualmente su presencia. Bajo en grasa, es una alternativa más ligera que la mayoría de los quesos más pesados. Su inconfundible amargor aviva los sabores circundantes, a la vez que ofrece un rico sabor.

El queso de cabra fresco nunca desarrolla una corteza, mientras que las variantes curadas cuentan con una plétora de revestimientos diferentes. Las variantes más duras suelen presentar cortezas naturales o enceradas, mientras que las maduradas con moho blanco están recubiertas de una cubierta esponjosa, muy parecida a la de un Camembert o un Brie.

Tipos de queso de cabra

Al igual que los quesos elaborados con leche de vaca u oveja, el queso de cabra se ve favorecido por su gran versatilidad. Su aparentemente interminable gama de sabores permite desarrollar intrincados perfiles y un amplio espectro de diferentes tipos de queso.

Chèvre

Más que un queso específico, Chèvre es más bien un término para el queso de cabra tradicional francés. Hay una gran variedad de tipos, incluyendo diferentes edades, moldes y cortezas. Las variantes frescas son pronunciadas y vibrantes, y a menudo se disfrutan a los pocos días de su producción.

Queso de cabra de moho blanco

El queso de cabra de moho blanco (es decir, el Brie de cabra o el Castello Double Crème White con leche de cabra), proporcionan una nueva visión de los clásicos ya establecidos. La acidez de la leche de cabra se suaviza en su maduración, deleitando en su lugar con sutiles toques de setas rurales y rica crema.

Queso azul

Evocando el moho azul fresco y notas de setas terrosas, el queso de moho azul elaborado con leche de cabra presenta un aroma limpio y agudo. Como si se tratara de un forraje crecido, las vetas azules cubren su centro de color marfil, extendiendo el picor por todo el producto. La textura es suave y cremosa, creando una sensación distinta.

Acompáñelo con miel, rodajas de pera y nueces.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *