Qué es el gas natural
El gas natural está compuesto casi en su totalidad por metano, aunque contiene pequeñas cantidades de otros gases: etano, propano, butano y pentano. El metano está compuesto por una molécula de un átomo de carbono y cuatro de hidrógeno. El gas natural es incoloro, no tóxico, invisible e inodoro, aunque a todo el gas natural que se transporta en Connecticut se le añade un odorante. Conocido como mercaptano, este odorante es una importante medida de seguridad porque proporciona un olor distintivo (muy parecido al olor de los huevos podridos) en caso de una fuga de gas.
Cuando el gas natural arde, se produce una llama azul de alta temperatura y la combustión completa sólo produce vapor de agua y dióxido de carbono. Tiene un valor calorífico de unos 1000 BTU por pie cúbico. Sin embargo, cuando se quema de forma inadecuada, puede producir monóxido de carbono, un gas mortal y venenoso.
El gas propano es similar al gas natural en muchos aspectos y también se utiliza como combustible. La diferencia más significativa entre el propano y el gas natural es que el gas propano es MÁS PESADO que el aire. Si el gas propano tiene una fuga, no tiende a salir al aire de forma segura. Más bien, se deposita en zonas bajas, tanto en el interior de una estructura como en el exterior. El propano líquido se almacena en tanques y se vaporiza cuando se libera del tanque porque el propano se vaporiza a cualquier temperatura superior a -44°F. El rango de inflamabilidad del propano es de aproximadamente 2 – 10 por ciento de propano en el aire.
Seguridad en las tuberías de gas
Contenido actualizado por última vez en enero de 2020