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Reflejos

Conocido como la ‘clave del aprendizaje’ el Reflejo Tónico Asimétrico del Cuello (ATNR) es un reflejo complejo que tiene muchas partes dentro de él. Estas incluyen ramas visuales, de movimiento y auditivas. Estas ramas deben estar equilibradas y armonizadas para que el aprendizaje del niño sea integrado y, en definitiva, más fácil de conseguir.

El ATNR se activa pronto después del nacimiento, y se puede reconocer fácilmente su presencia por su patrón de movimiento distintivo. Cuando la cabeza del bebé se gira hacia la izquierda, el brazo y la pierna izquierdos se enderezan, mientras que el brazo y la pierna derechos se doblan. Si a continuación se gira la cabeza hacia la derecha, se produce el movimiento contrario en el cuerpo. Este patrón de movimiento crea una comunicación entre los ojos y la mano del bebé; también establece patrones de movimiento en los dos lados de su cuerpo por separado.

El movimiento de los brazos y las piernas hacia y desde el cuerpo enseña al cerebro dónde está el centro del cuerpo, conocido como línea media vertical. La línea media es importante en el control del cuerpo para la coordinación y el equilibrio, pero más significativamente representa la madurez dentro de la comunicación del cerebro.

La línea media vertical que separa los lados izquierdo y derecho del cuerpo es una «percepción espacial» clave. Actúa como una guía intuitiva cuando se alinea el cuerpo para las tareas, para el control del movimiento en las habilidades de equilibrio y sirve como punto de referencia para la planificación espacial.

El asentamiento del ATNR ayuda a establecer el potencial para crear conexiones neurológicas entre un lado del cerebro y el otro – de modo que los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro se comunican entre sí y se ayudan mutuamente utilizando sus habilidades y capacidades diferentes pero complementarias.

La madurez neurológica a este nivel también puede verse en el cuerpo, ya que el niño es capaz de cruzar la línea media vertical con los brazos y las piernas, una habilidad esencial para los deportes, la coordinación, el equilibrio y muchas tareas cotidianas (como la habilidad con los cubiertos, por ejemplo).

La comunicación de un lado del cerebro al otro es esencial para el procesamiento y la interpretación de los sonidos que un niño oye y las imágenes que ve.

La alteración del ATNR puede crear problemas de movimiento, visión y audición. Gran parte del aprendizaje de un niño depende de estas habilidades; de ahí que el ATNR se denomine a menudo la «clave del aprendizaje».

Imagine si puede al niño afectado en la escuela, sintiéndose confuso y potencialmente «estúpido» ya que no puede utilizar la información visual y auditiva de forma conjunta, y por mucho que lo intente no puede plasmar sus ideas en un papel o demostrar realmente que es bastante brillante. Son conscientes de que sus amigos parecen ir mejor que ellos, aunque se esfuerzan mucho por seguirles el ritmo, y de que su profesor no parece creer que su trabajo esté a la altura. Muy pronto ese niño podría empezar a perder el ánimo.

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